El Nobel de economía alertó que las cotizaciones de los comestibles seguirán en aumento
En su visita a México previó que la demanda de comida se incrementará más en esta época
Consideró que ahora no es el mejor momento para contener los déficit fiscales en el mundo
Viernes 4 de marzo de 2011, p. 33
El aumento de los subsidios a la producción de granos para elaborar biocombustibles es algo que afecta a los más pobres y que debe preocupar muchísimo
, alertó este jueves Amartya K. Sen, premio Nobel de economía 1998.
Los precios de los alimentos seguirán en aumento en los meses siguientes, debido a que se mantendrá elevada la cotización del petróleo –insumo básico en la agricultura, tanto para la elaboración de fertilizantes como para la transportación– por los conflictos políticos en Medio Oriente y norte de África, opinó el economista indio, profesor de la Universidad Harvard.
Mucha gente va a comer menos, mientras en otros países se alimentan más
, dijo Sen, quien estuvo ayer de visita en México para participar en un acto de educación financiera organizado por Banamex.
El economista y filósofo, uno de los pensadores más destacados de la actualidad, se negó a opinar sobre la economía y la situación social en México. Entre varias otras aportaciones, Sen demostró en un ensayo publicado en 1981 que las hambrunas no suelen ser consecuencia de la falta de alimentos, sino de desigualdades en los mecanismos de distribución. Otros trabajos suyos han influido en la elaboración del actual Indice de Desarrollo Humano de Naciones Unidas, indicador que además del ingreso incorpora medidas sobre la salud y educación.
La demanda de alimentos en el mundo va a aumentar ahora más que en otras épocas, hecho que, expuso, provocará que sigan subiendo los precios. Expuso que la política seguida en algunos países (no mencionó a ninguno en específico, pero el que más lo hace es Estados Unidos), de otorgar subsidios a la siembra de granos para producir combustibles, genera incentivos
para que se establezcan plantas de gasolinas en vez de que se produzca comida.
Sen también se refirió a uno de los debates que ahora cruzan la discusión sobre la situación de la economía mundial después de la crisis de 2008 y 2009, relacionada con el incremento de los déficit fiscales en algunos gobiernos de países desarrollados, principalmente. En esas naciones los gobiernos aumentaron el gasto para tratar de contener la caída de la actividad económica provocada por la recesión, aunque ahora se discuten los tiempos y la forma en que serán reducidos esos desequilibrios fiscales.
A mis alumnos les enseño que en economía es importante cómo hacer las cosas, pero también cuándo deben hacerse
, dijo Sen, al considerar que no es ahora el mejor momento para reducir los déficit fiscales en el mundo.
En este sentido apeló a la independencia de los diseñadores de la política económica en países en desarrollo (expresamente rechazó llamarlos emergentes, término que, dijo, tiene ecos coloniales) para decidir el mejor momento en que, para sus economías y sus habitantes, debe ser ajustado el balance de las finanzas públicas.
No es muy recomendable, dijo, tratar de corregir los déficit fiscales (la diferencia entre ingreso y gasto público) en un momento de caída en la actividad económica. He sido crítico de la forma en que países como Estados Unidos y Gran Bretaña se preocupan mucho por el déficit
, añadió, para señalar que los países en desarrollo no deben copiar en automático esos modelos, sino guiar sus políticas en función de sus circunstancias económicas.