EL Consejo General del Instituto Federal Electoral (IFE) avalará el dictamen donde se consideró responsables de violar la legislación electoral a la Arquidiócesis Primada de México y al vocero de la misma, Hugo Valdermar Romero, por las descalificaciones y acusaciones contra el PRD y el jefe de Gobierno de la ciudad, Marcerlo Ebrard, en el contexto de la aprobación de la ley que regula los matrimonios entre personas del mismo sexo.

De acuerdo con el dictamen, a pesar de que Valdemar Romero aseguró hablar como ciudadano, esta condición no se satisface en la medida en que es el vocero formal de la arquidiócesis; se utilizó para difundir sus críticas el sitio oficial de la misma, e incluso al amparo del derecho canónico se determinó la plena responsabilidad del presbítero, del cual no puede admitirse que se haya refirido al PRD a título personal.

En virtud de que el IFE está imposibilitado de sancionar a ambas partes, se turnará el expediente a la Secretaría de Gobernación (SG), que sí está facultada para castigar violaciones a la legislación en las que incurran asociaciones religiosas y ministros de culto. Por ello, el dictamen señala que, tras considerar fundado el procedimiento sancionador en contra de ambas partes: Se ordena dar vista a la Secretaría de Gobernación por lo que hace a la conducta del presbítero y a la Arquidiócesis de México.

No prospera otra queja del PRD

Por el contrario, el dictamen considera infundado el recurso del PRD en contra del cardenal, Juan Sandoval Íñiguez y la Arquidiócesis de Guadalajara, porque, en la investigación de los hechos que le fueron imputados (acusar al gobierno de la ciudad de México de maicear a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para ratificar la constitucionalidad de la ley), no se encontraron elementos que acrediten la violación del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales.

Sin embargo, esto no inhibe la posibilidad de que hayan incurrido en la violación a otras legislaciones en su calidad de ministro de culto y asociación religiosa, como la difamación o la calumnia, lo cual le corresponderá valorar a la Secretaría de Gobernación, por la queja que el PRD tiene interpuesto también allá.

El dictamen recoge más de mil pruebas aportadas por el PRD, que incluyen videos y notas periodisticas, en donde Valdemar Romero acusa al PRD de ser un partido fascista, y de tener odio a la Iglesia católica y sus pastores.