Toluca, Méx., 1º de marzo. En el relevo de la dirigencia priísta se entrega la estafeta con la certeza de una misión cumplida y con un partido unido que no se perdió en el conflicto interno para balcanizarse en 32 partiditos, afirmó la dirigente priísta Beatriz Paredes Rangel, al recibir en la capital mexiquense, junto con el secretario nacional de este partido, Jesús Murillo Karam, un reconocimiento por su desempeño al frente del tricolor en los últimos cuatro años. No nos gusta la táctica de golpearnos entre sí. Para que haya eficacia es indispensable estar unidos, no perdemos el tiempo en juegos de artificio, advirtió la también diputada federal, una de las pocas dirigentes en la historia reciente del PRI que concluye el mandato para el que fue elegida.

Ante la militancia mexiquense dijo que la victoria en el estado de México es la victoria de todo el priísmo nacional, esto al concluir su discurso de agradecimiento, en un acto al que asistieron legisladores, ex gobernadores y dirigentes estatales.

Luego de destacar que en las pasadas elecciones el tricolor le dio la vuelta al corredor azul (que gobernaba el Partido Acción Nacional) y al cinturón amarillo (que gobernaba el Partido de la Revolución Democrática), el desafío para el próximo proceso electoral en la entidad es hacer valer esa fortaleza, dijo. Por su parte, el dirigente priísta de la entidad, Ricardo Aguilar Castillo, advirtió que en las elecciones del próximo 3 de julio para renovar el gobierno estatal será el fin de las alianzas antagónicas.

Reconoció que tanto Paredes Rangel como Murillo Karam recibieron a un PRI desmotivado y ubicado en un lejano tercer lugar de las preferencias electorales y que en apenas cuatro años pasaron de tener 104 diputados federales a 237; de las 18 gubernaturas que encabezaban en 2007 hoy gobiernan 19, y que sólo en el estado de México el PRI tiene a su cargo 97 de 125 municipios, en los que habita más de 92 por ciento de la población.

El dirigente local destacó que durante la gestión de Beatriz Paredes no sólo ganó elecciones sino también el debate político, “nunca cayó en el juego de las descalificaciones panistas orquestadas desde Los Pinos, que pretendieron lucrar con un tema tan delicado como el combate a la delincuencia. A cada provocación Beatriz Paredes respondió con prudencia y a cada descalificación con argumentos. Por ello dos dirigentes nacionales del PAN sucumbieron, bochornosamente, ante la estatura intelectual y política de la presidenta nacional del tricolor.