Marcelo Ebrard Casaubon, jefe de Gobierno del Distrito Federal, afirmó que no se convertirá en un factor que polarice la vida interna del Partido de la Revolución Democrática (PRD), sino que hablará con todos los líderes perredistas, incluyendo a Andrés Manuel López Obrador, para encontrar una salida inteligente, razonable, que nos permita tener una postura de izquierda fortalecida y no una división creciente.

Al preguntársele si aceptaría que el PRD no vaya en alianza con el Partido Acción Nacional en el estado de México, Ebrard respondió: No creo que se trate de si cedo o no. Respeto la vida institucional; el Consejo Nacional tomó decisiones y hay una serie de actores políticos; entonces, lo que tengo que buscar es el punto en que podamos coincidir en vez de convertirme en un factor que polarice la vida interna del partido.

Entrevistado en la Academia de San Carlos, tras encabezar el inicio de festejos del 140 aniversario del Registro Público de la Propiedad, aclaró que, al margen del punto de vista que tenga sobre los candidatos o sobre si debe o no haber alianza, lo que importa es mantener unido al partido y vigente la propuesta de izquierda para el próximo año.

Señaló que es evidente que si nos dividimos se debilita a la izquierda y lo que tenemos que buscar es que exista unidad sobre bases firmes, sobre todo porque estamos ya a meses de la elección presidencial de 2012. Entonces, hay que buscar que no predomine la división.

Minutos antes el bibliotecario Juan Manuel Contreras había esquivado la seguridad de Ebrard Casaubon y se colocó junto al mandatario con una cartulina en la que se leía: No a la alianza en el Edomex con el PAN. No a la simulación, mientras hacía uso de la palabra por el aniversario del Registro Público de la Propiedad.

Dos elementos de resguardo se acercaron al manifestante para pedirle que se retirara. tras unos segundos, Ebrard volteó: Déjenlo, que el compañero se exprese.

Al terminar, el gobernante se despidió de Contreras, quien recibió reclamo del personal de resguardo por no respetar un acto oficial.