Saná, 1° de marzo. El presidente de Yemen, Ali Abdalá Saleh, acusó hoy a Israel y Estados Unidos de estar detrás de la revueltas en su país y en el mundo árabe, al pronunciar un discurso en la Universidad de Saná, en cuyos alrededores se realizaban nuevas protesta, las que, dijo, están guiadas por la Casa Blanca.

Saleh, un aliado de Estados Unidos en la lucha contra Al Qaeda, afirmó que desde Túnez hasta el sultanato de Oman hay una tempestad orquestada a partir de Tel Aviv, donde, dijo, está el centro de control para la desestabilización del mundo árabe que es dirigido por la Casa Blanca.

Yemen no es ni Egipto ni Túnez, advirtió el mandatario, quien anunció el cambio de cinco gobernadores de las provincias donde tienen lugar las manifestaciones contra el régimen.

En Túnez, tres ministros, dos ellos los únicos representantes de la oposición, renunciaron al gobierno provisional, con lo que se elevan a cinco las dimisiones tras la salida el domingo del primer ministro Mohameh Ghannouchi.

Los ministros dijeron estar en desacuerdo con las políticas del Ejeutivo, y consideraron que pueden servir más a la revolución desde fuera del gobierno.

Mientras, el movimiento islamita Ennahda que fue reprimido durante el régimen del depuesto presidente Zine El Abidine Ben Ali, fue legalizado 30 años después de su fundación.

Miles de personas volvieron a las calles en Bahrein para llamar a la unidad entre la mayoría chiíta, en la tercera de semana de protestas contra el régimen sunita, al que exigieron más reformas.

En Omán, vehículos blindados dispersaron a manifestantes que bloqueaban el puerto de Sohar y una ruta que lleva a Mascate, la capital omaní, donde también hubo manifestaciones en demanda de reformas democráticas en ese país árabe.