Los mexicanos consumen, en promedio, cuatro kilogramos de frituras al año, lo que se traduce en un aumento de tres kilogramos de peso corporal. Esto, sumado a la inactividad física y el consumo de refrescos, explica el problema de sobrepeso y obesidad que presenta 70 por ciento de los adultos y 30 por ciento de los niños, afirmó Julieta Ponce, directora del Centro de Orientación Alimentaria.

Además, advirtió, detrás de los malos hábitos alimentarios se esconde la carencia de vitaminas y minerales, indispensables en el desarrollo. Mencionó, por ejemplo, que la falta de hierro y zinc perjudica los procesos cognitivos.

Las deficiencias nutrimentales también son de ácido fólico, vitaminas A y C, entre otras, y aunque al parecer físicamente no se notan, deberían estar en el centro de atención de la sociedad.

La especialista resaltó la importancia de difundir información sobre los alimentos que aportan nutrimentos y pueden sustituir el consumo de botanas fritas, como es el caso de las semillas oleaginosas (pistaches, cacahuates y semillas de girasol, entre otras), fuente natural de grasas no dañinas para la salud.

Mencionó el caso específico de los pistaches, que contienen 21 por ciento de proteína, macronutrimento con más valor biológico, pues es constructor de tejidos y estructuras. Su consumo es básico para el crecimiento e indispensable en la fabricación de anticuerpos, hormonas y enzimas.

Julieta Ponce llamó la atención sobre la necesidad de distinguir a las botanas buenas y alentar su consumo. Reconoció que su precio es mayor al de las frituras, pero al momento de decidir, las personas deberían valorar su aporte nutrimental.

Dijo que el tema resulta relevante cuando los especialistas hablan sobre el número de comidas que se deben realizar a lo largo del día para mantener un peso corporal adecuado.

Ahora se sabe, explicó, que los seres humanos deberían hacer cinco comidas, siendo la del mediodía la más fuerte e incluir frutas y verduras. Lo que se conoce como alimentos entre comidas, es decir, a media mañana y a media tarde, podría cubrirse con una colación, la cual puede ser una botana saludable, como las oleaginosas.

En la discusión respecto del sobrepeso y la obesidad se ha mencionado que las grasas son dañinas, pero tampoco se les debe satanizar, porque cumplen funciones importantes para el organismo, entre otras, son necesarias para proteger las céulas, son el sostén y protección de órganos, regulan la temperatura y son responsables de transportar las vitaminas.

Así, 30 por ciento de las calorías totales en la dieta deben provenir de las grasas, aunque principalmente deben ser de origen vegetal (monoinsaturadas). En México la principal fuente de este tipo de grasas son el aguacate y las semillas oleaginosas, indicó.

En el caso de los pistaches, 90 por ciento de la grasa que contienen es monoinsaturada, lo que favorece la salud cardiovascular, en particular contribuye a la elevación del conocido como colesterol bueno, el que ayuda a limpiar venas y arterias.

Ponce también comentó sobre los errores frecuentes en que incurren las personas que quieren bajar de peso, como la decisión de comer menos. Esto provoca que se acumule grasa en el cuerpo, afirmó.

Tampoco es una buena decisión evitar el desayuno o la cena, hacer monodietas o ayunos forzados. Todo esto, agregó la especialista, favorece el incremento de peso corporal.