Infructuosa búsqueda de un grupo que asesinó a tres turistas e hirió a otros dos
Sábado 26 de febrero de 2011, p. 28
Moscú, 25 de febrero. De mal en peor, si hubiera que definirla en una frase, está la situación en Kabardino-Balkaria, ubicada en el Cáucaso del norte que forma parte de Rusia, donde este jueves comandos islamitas radicales y separatistas atacaron diferentes sitios en Nalchik, la capital de esa república norcaucásica, la mayoría de ellos relacionados con las fuerzas de seguridad rusas.
Hasta el momento, las autoridades no han dado a conocer cifras de víctimas mortales y sólo reconocen, al menos, 12 heridos. También admiten que los agresores se retiraron sin sufrir bajas.
Unidades especiales del ejército ruso llevan varios días buscando sin éxito en las montañas cercanas al Elvruz al comando que hace unos días asesinó a tres turistas rusos e hirió a otros dos.
Se llegó a utilizar la aviación para bombardear zonas en que pudieran refugiarse y, aunque aparentemente estaban rodeados por las tropas rusas, trascendió ayer que una decena de guerrilleros logró romper el cerco militar.
Ellos, u otros, atacaron esta noche con lanzagranadas la sede del Servicio Federal de Seguridad (FSB, por sus siglas en ruso) en Kabardino-Balkaria, en el centro de Nalchik, e hicieron explotar un vehículo cargado de dinamita junto a la entrada principal.
Dos grupos de rebeldes más, según reporta la agencia noticiosa Interfax, abrieron fuego contra retenes militares en las afueras de la ciudad, aparentemente para dar paso a un cuarto comando que, al llegar a Dolinskoye, lanzó granadas y disparó contra el sanatorio Leningrado perteneciente al FSB.
Después hubo ataques contra otros dos retenes en Shalushka, en la frontera de Kabardino-Balkaria y la región de Stavropol, en dirección al estratégico aeropuerto de Mineralniye Vody, y en Nartan, en dirección a Osetia del norte.
Arsen Kanokov, presidente de la república de Kabardino-Balkaria, declaró esta noche que esa entidad sufrió un ataque múltiple coordinado que busca desestabilizar la situación
, y prometió medidas para neutralizar a los comandos de agresores.
En octubre de 2005, islamitas radicales y separatistas realizaron una incursión armada masiva contra la sede del FSB en Nalchik, matando a 35 agentes y 12 civiles. Días después, las autoridades rusas anunciaron que los atacantes tuvieron 95 bajas.