Nueva York, 25 de febrero. Ibrahim Dabbashi, ex embajador adjunto de la misión libia ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), declaró hoy que son miles, no centenares, las personas que han muerto en su país a causa de la represión a manos del gobierno de Muammar Kadafi.

En tanto, Mohammed Shalgham, quien era el nuevo representante libio ante el organismo internacional, desertó este viernes, como hizo Dabbashi el pasado lunes. Pienso que el número de muertos alcanzó miles. Es difícil saber exactamente, ya que recuperan los cuerpos y los llevan al desierto o a algún lado, dijo a su vez Dabbashi.

Kadafi es un loco. Está sicológicamente inestable. Se quedará hasta que lo maten o se suicidará. Quiere actuar como un héroe, añadió Dabbashi, quien habló desde los locales de la misión libia de la ONU.

Por su parte, Shalgham pidió al Consejo de Seguridad: Por favor, Naciones Unidas, salven a Libia. Que no haya más derramamiento de sangre ni matanzas. Aprueben una resolución valiente.

Sin embargo, en declaraciones a la cadena CNN-Turk, Saif Islam, hijo del dictador libio, informó este viernes que la violencia en su país provocó la muerte de 242 personas, menos que los 300 de una precedente evaluación realizada por partidarios de su padre.

El jefe de seguridad de la ciudad de Bengasi, Nuri Obeidi, reportó que al menos 390 personas murieron en los últimos días sólo en esta localidad, a consecuencia de los enfrentamientos entre tropas de Kadafi y manifestantes antigubernamentales. Obeidi, quien se ha unido a los opositores, indicó además que unas mil 300 personas resultaron heridas.

Aumentos salariales hasta de 150% y apoyo a familias

También informó sobre la existencia de un campamento subterráneo de prisioneros, descubierto en una base de una unidad militar a cargo de Chamies Kadafi, hijo del líder libio. Por lo pronto, el gobierno anunció un incremento general en los salarios de los trabajadores del sector público y la entrega de dinero en efectivo a las familias libias.

El régimen de Kadafi explicó que se duplicará el sueldo mínimo para la población y que, en el caso de los funcionarios, será de 150 por ciento. El pago a cada familia será equivalente a 800 dólares y tiene como fin cubrir el costo del incremento en los precios de alimentos.

Según analistas, estas medidas podrían ser similares a las tácticas que utilizó el ex presidente de Túnez, Zine al-Abidine Ben Ali, para tratar de contener las revueltas que al final lograron que saliera del país.