La Asociación de Padres y Familiares de las Víctimas de Sucumbíos llamó a las autoridades de México, Ecuador y Colombia a sobreseer los infundados procesos judiciales que mantienen en contra de Lucía Morett, y que la han orillado a vivir escondida desde hace varios meses.

En conferencia de prensa, Rita del Castillo, madre de Juan González del Castillo –uno de los estudiantes muertos en el bombardeo del primero de marzo de 2008–, leyó un comunicado en el que los padres denunciaron el crimen de Estado cometido por Colombia hace casi tres años.

El documento señala que, con la complicidad de la mayor parte de los medios de comunicación, el gobierno colombiano ha puesto en marcha una campaña para hacer pasar a las víctimas como agresores.

A tres años de distancia, reivindicamos la memoria de nuestros hijos, que además de formarse profesionalmente abrazaron el sueño latinoamericanista de Bolívar. Insistimos: ellos no eran delincuentes, su estancia en el campamento bombardeado correspondía a legítimas inquietudes sociales y de estudio.

A la actitud persecutoria de Bogotá, leyó Del Castillo, se suma la falta de determinación del gobierno mexicano para respaldar a los padres de los jóvenes atacados, y a la única sobreviviente del bombardeo, Lucía Morett.