Se pospuso de nueva cuenta la discusión del dictamen de la reforma constitucional en materia de derechos humanos, ya que aunque la mayoría de los senadores del Partido Acción Nacional (PAN) se impuso a sus compañeros ultraconservadores que pretenden frenar esa legislación, tan sólo porque incluye el término preferencias sexuales, los inconformes del blanquiazul lograron que continúe el debate interno.

Es la reforma más trascendente de las décadas recientes y estamos buscando que pueda ser aprobada lo más pronto posible, comentó el senador panista Santiago Creel Miranda, luego de una reunión a puerta cerrada con los integrantes de su bancada.

Mientras que el martes pasado sólo 10 de los 49 senadores del PAN estaban dispuestos a avalar la reforma, ayer la proporción se invirtió, sobre todo después de que Creel Miranda les mostró un decreto del presidente Felipe Calderón Hinojosa, del año pasado, en el que se declara Día de la Tolerancia y el Respeto de las Preferencias el 17 de mayo de cada año.

En el decreto se alude directamente a las preferencias sexuales y se advierte que en el Programa Nacional de Derechos Humanos 2008-2012 se propone la elaboración de políticas públicas para evitar la discriminación de personas vulnerables, entre ellas las transgénero y transexuales, y se presentan diversas acciones para incorporar a fuentes de empleo a los discriminados por preferencia u orientación sexual.

Durante ese encuentro, sin embargo, algunos senadores insistieron en lo que consideraron la ambigüedad del concepto no discriminar por preferencias sexuales y aludieron a los cientos de correos electrónicos que los legisladores de todas las fuerzas políticas extrañamente han recibido en los días recientes, en los que se insiste en el riesgo de que el término permita cometer abusos contra menores y otras prácticas perversas.

Senadores de PRI, PRD, PT, Verde y PAN vieron saturados sus correos electrónicos con más de 500 mensajes, que parten de un machote en el que se les insiste en que no aprueben esa reforma, ya que va a legalizar presencias homosexuales, pedófilos, de zoofilia, transexualismo, voyerismo y exhibicionismo.

Otros mensajes insultan a los senadores: Cochinos, necesitan un retiro espiritual.

No se equivoquen

En contraparte, organizaciones no gubernamentales, entre ellas la Academia Mexicana de Derechos Humanos y Ombudsgay se presentaron ayer en el Senado para pedir a los panistas que no se equivoquen, ya que el término preferencia sexual representa un avance en la lucha por el reconocimiento de la igualdad y la no discriminación de homosexuales, lesbianas, bisexuales y transexuales.

El presidente de la Comisión de Justicia, Alejandro González Alcocer, dijo que hay opiniones diversas sobre ese punto, pero en su caso tiene claro que establecer en el artículo primero de la Constitución la prohibición a no discriminar a nadie por sus preferencias sexuales no significa que se les dé facultad para cometer delitos, como la pederastia.

Igualmente, los senadores Ricardo García Cervantes y Ulises Ramírez consideraron que la discusión sobre ese punto es errónea.

Rubén Camarillo, sin embargo, dijo que los diputados no debieron incluir el término sexuales y dejarlo exclusivamente en preferencias. Creel confió en que espera concluir el análisis de la reforma con los legisladores que aún tienen dudas, para estar en disposición de que el dictamen se presente en primera lectura el próximo martes.