Hoy a las 19 horas en la Fonoteca Nacional se escuchará la obra póstuma del gurú tecnoprecolombino Jorge Reyes, chamán sonoro que explotó por más de tres décadas las interminables gamas de instrumentos de diversas partes del mundo, convencionales, prehispánicos, precortesianos y electrónicos, con los creó las más profundas atmósferas.

Jimbani Chpiri: un paisaje sonoro de Michoacán, disco que dejó inconcluso Reyes y que fue terminado por el alemán Peter Avar, se diseminará en 50 minutos de duración por los rincones de este nicho de la salvaguarda auditiva de México. Se escuchará en 5.1, formato multicanal que trata de forma independiente las gamas de frecuencias.

Antes de la sesión se dará a conocer el archivo sonoro que Ariane Pellicer, pareja de Reyes, integra con todo lo que el artista produjo: música prehispanica, paisajes y poemas sonoros, música para cine y comerciales, así como para teatro. Todo este firmamento musical quedará inmerso en la Fonoteca.

Registro variado

Hay que recordar que Jorge Reyes grababa todo lo que se encontraba: sonidos de la calle, de insectos en noches de luna llena, ceremonias religiosas, fiestas de iglesias, grabaciones in situ de música indígena (de huicholes, yaquis y nahuas, entre otros), loops hechos en vivo... ruidos y más ruidos.

“Lo que quería es que existiera este archivo, y dónde más que en la Fonoteca Nacional. Es para que la gente pueda escuchar las múltiples facetas de Jorge Reyes. Éste es el objetivo, además de organizarlo todo y de que exista en un lugar en el que la gente puede acceder; que no significa que se pueda usar la música. Hay formatos en discos compactos, data, minidisc, casetes, de todo lo que he encontrado y que se digitalizará para ese recinto”, que dirige Álvaro Hegewisch, quien me brindó todo su apoyo, comenta Ariane Pellicer.

Existen cintas análogas que es mejor que estén resguardadas allí, porque pueden estar en un lugar frío en el que no se van a borrar nunca. Ese tipo de cosas las estamos dando físicamente. Hay también fragmentos inéditos, o pistas de los conciertos que quedarán ahí. Quise organizar todo lo que tenía y ponerlo en un lugar adecuado para que se escuche todo el trabajo que hizo en la vida, porque no paró: además de sus conciertos, iba a grabar a pueblos indígenas, a ciudades, adonde llegan las mariposas monarcas... Será tardada la reunión, porque hay que escuchar cosas que no sabemos qué son, ya que no les puso nombre.

Además de la presentración, se inaugurará en ese recinto la muestra Universo sonoro del jaguar, curada por el etnomusicólogo Édgar Serrald, integrada por más de 70 instrumentos, con algunos de los cuales se nutría este artista.

“Es una muestra del universo del cual se alimentaba Jorge. No sólo son instrumentos de México, sino de todo el mundo. También hay artefactos con un timbre muy particular, como puede ser una manguera poliflexible, con la cual si soplas se convierte en una especie de aerófono de filo interno con particularidades como para desglosar los armónicos conforme uno hace el ataque más fuerte del aire. Hay además en la exposición silbatos artesanales, peculiares. Esta exposición es para ver las fuentes sonoras con las que componía; lo que no tiene que ver con una búsqueda del instrumento convencional, originario o etnográfico del mundo, sino con la simple búsqueda sonora.

Hay membranófonos dobles tibetanos manufacturados con cráneos humanos, casi rituales, que son verdaderos tesoros; también una trompeta de caracol tibetano, la cual tiene aplicaciones de plata, así como piezas prehispánicas originales, comenta Serrald.

Es de destacar que a raíz de esta exposición se pudo registrar ante el Instiututo Nacional de Antrpología e Historia (INAH) la que ahora se denomina colección Jorge Reyes de instrumentos precortesianos originales y prehispánicos.

Fue un trabajo de investigación. Algunos instrumentos los conocíamos por especialistas; otros por Internet, para saber dónde los hicieron. Hay otros de los cuales no se encontró procedencia. Más adelante se tendría que hacer un catálogo mayor porque para esta exhibición se quedaron muchos fuera.

Comala, A la izquierda del colibrí, Ek Tunkul, Niérika, Viento de navajas, Crónica de castas, Bajo el sol del jaguar, Piedra de pluma, Vine Bark and Spore y Cupaima, entre otras producciones, así como todas las rarezas acústicas de Reyes, podrán consultarse posteriormente en la Fonoteca, ubicada en Francisco Sosa 383, Coyoacán.