Estocolmo, 23 de febrero. Ex colaboradores del líder libio Muammar Kadafi lo acusaron hoy de ser responsable del atentado contra un avión de Pan Am que en 1988 estalló sobre la localidad escocesa de Lockerbie y mató a 270 civiles, así como del asesinato del imán chiíta libanés Musa Sadr, en momentos en que el gobierno libio aseguró ante la Unión Europea que Al Qaeda estableció un emirato en este país norafricano.

Tengo la prueba de que Kadafi dio la orden de Lockerbie, sostuvo Mustafá Abdeljalil en declaraciones al diario sueco Expressen, quien el lunes pasado renunció como ministro de Justicia en protesta por el uso excesivo de la fuerza en las recientes manifestaciones opositoras.

En 2001 la justicia escocesa impuso cadena perpetua al libio Abdelbaset Megrahi por su participación en el bombazo contra el avión de Pan Am perpetrado el 21 de diciembre de 1988. Megrahi fue liberado por razones humanitarias en agosto de 2009, luego que se determinó que padecía un cáncer terminal de próstata; actualmente vive en Libia.

Abdel Moneim Honi, uno de los primeros diplomáticos de alto rango en tomar distancia de Kadafi al renunciar el domingo a su cargo de embajador ante la Liga Árabe, afirmó que el imán chiíta libanés Musa Sadr, desaparecido durante una visita a Libia en 1978, fue ultimado durante ese viaje.

El imán Musa Sadr fue asesinado y enterrado en la región sur de Sebha, indicó Honi en una entrevista al diario panárabe Al Hayat.

Se pidió al piloto del avión de Kadafi, Najmedin Yaziji, transportar el cuerpo del imán a la región de Sebha para enterrarlo ahí, precisó.

Poco después Yaziji fue liquidado por los servicios de inteligencia libios, agregó.

El imán Sadr, dirigente de la comunidad chíita libanesa, llegó a Libia en visita oficial el 25 de agosto de 1978, con el jeque Mohamad Yacub y el periodista Abas Badreddin. Se les vio por última vez el 31 de agosto de ese año.

El gobierno libio siempre sostuvo que el imán había partido de Libia rumbo a Italia, país que sostiene que Musa Sadr nunca ingresó a su territorio. En 2004 las autoridades italianas entregaron a las libanesas un pasaporte del imán encontrado en Italia.

Muamar Kadafi fue inculpado y enfrentó una orden de captura de la justicia libanesa por la desaparición de Sadr.

En tanto, Jaled Kaim, vicecanciller libio leal a Kadafi, afirmó ante embajadores de los países de la Unión Europea que Al Qaeda estableció un emirato islámico en Derna, ciudad gobernada por Abedelkarim Hasadi, un ex preso de Guantánamo.

Kaim aseguró que Al Qaeda quiere crear una situación al estilo talibán en Libia.

Según el viceministro, Hasadi tiene un adjunto llamado Jeiralá Barasi, también miembro de Al Qaeda, establecido en la ciudad de Baida.

Tienen a su disposición una emisora de radio y han empezado a imponer el uso del burka. Denunció también que estos islamitas ejecutan a quienes se niegan a cooperar.

Los pobladores de Derna, ciudad del este ubicada a más de mil kilómetros de Trípoli, desmintieron las declaraciones de Kaim, y aseguraron que con estas acusaciones se pretende infundir miedo a los europeos.

En tanto, el embajador libio en Indonesia, Salaheddin Bishari, se sumó a la lista de embajadores y diplomáticos libios (Estados Unidos, India, Dacca, Australia, Malasia, China y Marruecos, la Organización de Naciones Unidas y la Liga Árabe), y ministros en el gobierno que han presentado su dimisión a Muamar Kadafi, en protesta por la represión y violencia ejercida contra los opositores a su gobierno.

También han dado la espalda a Kadafi al menos 22 de 150 clanes que conforman Libia, región conocida como Cirenaica que representa un tercio del territorio y dispone de abundantes recursos petroleros, señalaron expertos en estructuras de poder citados por Afp.

No hay modo de verificar de manera independiente esta afirmación.

Ahmed Gaddaf Dam, pariente del líder libio, intentó sin éxito contratar a mercenarios de la tribu Awlad Ali, clan egipcio de origen libio, para luchar contra los manifestantes, de acuerdo con un informe de la web opositora Lybia al Youm.