Tlalnepantla, Méx, 23 de febrero. El titular de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM), Alfredo Castillo Cervantes, aseguró que no existen cargos para aprehender al sacerdote Gerardo Romero Hernández, de 46 años de edad, quien desapareció siete días, al mismo tiempo que una joven de 17 años de edad que volvió a su casa la noche del martes y, según el funcionario, se hospedó en distintos templos de la Iglesia católica en el Distrito Federal y en los estados de México y Puebla.

El padre Romero Hernández puede moverse libremente por el territorio al no haber una acusación, orden de aprehensión u otro mandato en su contra, aseguró Castillo, quien informó que la joven identificada con las iniciales AJMT apareció en la catedral de San Pedro Apóstol, en Cholula, Puebla.

Agregó que no existen elementos que configuren los delitos de privación ilegal de la libertad, estupro o violación equiparada, porque la joven regresó a su domicilio sin señales de violencia sexual o física. La menor se comunicó el martes con su familia, uno de sus hermanos se trasladó a Cholula y la llevó a su casa, en Atizapán de Zaragoza.

La arquidiócesis de Tlalnepantla dio a conocer que Gerardo Romero acudió este miércoles ante la PGJEM para dar su versión de los hechos. El sacerdote Miguel Ángel Zárate, vocero de la arquidiócesis, aseguró que Romero nunca tuvo una relación amorosa con la menor, sino simplemente afectiva, derivada de una crisis familiar, por la cual AJMT lo buscó como refugio.

Zárate dijo que es falso que Romero haya estado con la menor mientras ésta se hallaba fuera de su casa, del 15 al 23 de febrero, u ocultándose en parroquias del estado de México, el Distrito Federal y Puebla. Adelantó que la arquidiócesis analiza solicitar una disculpa para el clérigo.

Sin embargo, Oliver, hermano de AJMT, anunció que la familia presentará una demanda penal, y si la PGJEM no la atiende, acudirá a la Procuraduría General de la República.

Insistió en que su hermana fue engañada y el sacerdote le pidió que no acudiera al Ministerio Público porque sus superiores tramitaban un amparo. “La tenía bien trabajada; le indicó que dijera que estaba trabajando allá (en Cholula) y que llegó sola”, agregó Oliver.

Con información de Carolina Gómez