En muros de Los Ángeles hizo pintas con motivos provocadores
Jueves 24 de febrero de 2011, p. 9
Los Ángeles, 23 de febrero. El niño soldado parece apuntar su enorme ametralladora a un letrero de no estacionarse. Pero al mirar más de cerca se ve que las balas son crayones de colores. Y él está sentado en una cama de flores que parece haber sido pintada por otro niño que usó precisamente esos crayones.
Luego tenemos a Charlie Brown. La pintura lo muestra vertiendo gasolina mientras un cigarrillo le cuelga malévolamente de los labios. Si uno da un paso atrás se da cuenta de que adorna un departamento carbonizado.
Las dos imágenes fueron creadas en Los Ángeles en algún momento entre el anochecer del lunes y el amanecer del martes. En el curso de unas horas fueron fotografiadas y colocadas en el blog de arte callejero local Melrose & Fairfax. Y en poco tiempo los lectores habían llegado a una emocionante conclusión: Banksy está de regreso en Hollywood.
Momento apropiado
Se cree que el grafitero más famoso del mundo llegó a la ciudad el fin de semana pasado con la intención de atraer atención a su obra en un momento crucial: miembros de la Academia votarán esta semana para decidir si su película Exit Through the Gift Shop obtiene el Óscar al mejor documental de 2011.
Banksy ha usado el arte en forma incansable para promover su película en meses recientes; dejó varias imágenes en muros de Park City, Utah, antes de que se estrenara en Sundance. También visitó Los Ángeles en los días en que se estrenó en cines, pintando (entre otras cosas) una imagen de un policía paseando un globo retorcido en forma de perro al estilo Jeff Koons en un muro de Hollywood.
Sus obras más recientes fueron difundidas en forma apropiadamente guerrillera. El martes, un amigo recibió por correo electrónico una foto del niño soldado de un contacto cercano a Banksy
, comenta Greg Linton, el editor de Melrose & Fairfax. La pusimos en el sitio, y en 15 minutos alguien había posteado su ubicación. Fuimos allá de inmediato y tomamos más fotografías.
En el curso de dos horas, las imágenes se habían vuelto virales en la red y suscitado un acalorado debate sobre su significado, junto con las habituales discusiones sobre si la pintura en espray de Banksy debe ser considerada vandalismo o arte.
Para mí, es algo de lo mejor que ha hecho
, comenta Sebastian Buck, autor del blog de arte callejero Unurth. “Él se ha burlado con frecuencia del complejo industrial militar. Poner un arma en la mano de un niño es una forma impactante de hacerlo, y luego retorcerla para remplazar las balas con crayones, para darle una intención puramente pacífica, es algo muy inteligente. Desde luego, venir a Estados Unidos a hacer eso lo convierte en una declaración aún más política.
Ese Charlie Brown no se ve tan impresionante hasta que uno se da cuenta de que el edificio está achicharrado. Pero en eso reside el verdadero gozo de sus trabajos: siempre se refieren al contexto en que se ubican. Y siempre tienen un mensaje o idea subyacente.
Los Ángeles ha sido un afortunado coto de caza para Banksy en sus dos viajes de trabajo anteriores. En 2007, durante el auge de ese arte, montó una lucrativa exhibición entre cuyos compradores estuvieron Brad Pitt y Angelina Jolie. Se contrató un elefante vivo para ponerlo en medio de la galería, y se entregaban a los visitantes volantes en los que se les decía que no hicieran comentarios al respecto.
La visita de este año es más interesante por la confusión en torno a lo que ocurrirá si Exit en verdad gana el Óscar. Como el retraído artista de Bristol se niega a mostrar la cara en público, y la Academia no está dispuesta a dejarlo recibir su premio bajo un disfraz, se dice que el coproductor del filme, Jaime D’Cruz, ha accedido a aceptar la estatuilla en su nombre.
Al cierre de la edición hubo versiones sin confirmar de que acababan de aparecer otros dos Banksys en la ciudad. Entre tanto, subía de tono el debate por el hecho de que el niño soldado adorna el muro de una tienda Urban Outfitters. Los cínicos afirman que la selección de ese lugar representa una traición, porque ayudó a llamar la atención sobre una cadena de tiendas que vende el muy exitoso libro de mesa de Banksy Wall and Piece.
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya