Manama, 21 de febrero. Por primera vez en la historia de la Fórmula Uno, disturbios políticos afectaron a un Gran Premio: los organizadores anunciaron la cancelación de la carrera prevista en Bahrein para el 13 de marzo, primera del calendario.

Las pruebas del 3 al 4 de marzo que se iban a realizar aquí también fueron anulados y se disputarán ahora del 8 al 11 de marzo en Barcelona, donde hoy concluyeron los penúltimos exámenes de la pretemporada, y en los que el brasileño Felipe Massa, con Ferrari, realizó el mejor tiempo (1:22.625 minutos), mientras el mexicano Sergio Pérez, con Sauber, fue octavo (1:24.515).

El campeonato del mundo comenzará por tanto el 27 de marzo, con el Gran Premio de Australia, en Melbourne, y queda pendiente que la carrera de Bahrein se dispute más tarde, con la temporada avanzada, o tal vez no tenga lugar.

En este momento, la atención del país entero se centra en entablar un nuevo diálogo nacional. Lo más importante es concentrarse en las cuestiones de interés nacional y organizar el Gran Premio de Bahrein en una fecha ulterior, reza el comunicado.

El príncipe heredero, Salman ben Hamad al-Khalifa, informó la decisión por teléfono al dueño de la Fórmula Uno, el inglés Bernie Ecclestone.

Por su parte, Ecclestone descartó que el inicio de la temporada se desarrolle en otro país el 13 de marzo, debido a que hay poco tiempo para que se pueda organizar en otro lugar.

Espero que la Fórmula Uno y nuestros amigos de todo el mundo comprendan nuestra decisión en estos momentos difíciles, explicó el máximo responsable del circuito de Sakhir, en Bahrein, Zayed R. Alzayani, quien añadió que está impaciente por poder recibir de nuevo a escuderías, pilotos y personas implicadas en el automovilismo. Esto en un futuro cercano.

La Fórmula Uno significa un momento de celebración. Es fuente de gran orgullo para Bahrein y su gente, así como un escaparate ante el mundo, añadió Alzayani, aunque consideró que en las circunstancias actuales esto se ha vuelto secundario.

Las carreras de la serie GP2, antesala de la Fórmula Uno, que debían haberse disputado la semana pasada también en el circuito de Sakhir, tuvieron que anularse debido a las protestas antigubernamentales que tienen lugar en el país.

Las revueltas, que siguen la estela de lo que ocurre en otros países del mundo árabe, como Túnez y Egipto, tienen como propósito lograr que se implante una monarquía constitucional y poner fin a la dinastía sunita de la familia Al-Khalifa, que gobierna el país desde hace décadas.

La prioridad para nuestra nación es superar la tragedia, curar nuestras divisiones y redescubrir el vínculo que mantiene unido a este país, declaró el príncipe Salman ben Hamad al-Khalifa.

La Federación Internacional de Automovilismo, por su parte, apoyó la decisión.

El piloto australiano Mark Webber (Red Bull) dijo: A la luz de los acontecimientos, se tomó una buena decisión. Estaría bien ir a Bahrein (en otras circunstancias). Esperemos que la carrera pueda volver a realizarse ahí.