La solicitud de licencia a su militancia, que ayer presentó Andrés Manuel López Obrador al Consejo Nacional del Partido de la Revolución Democrática, tendría vigencia por el tiempo en que se mantenga el contubernio de los dirigentes nacionales del PRD con Felipe Calderón y el Partido Acción Nacional.

En el oficio que envió a Camilo Valenzuela, presidente de dicho consejo, López Obrador pidió que su licencia se ponga a consideración de ese órgano de gobierno del partido, que entre sus atribuciones no cuenta con la de revisar ese tipo de peticiones.

Un día después de que el mismo Consejo Nacional aprobó –con mayoría de votos de Nueva Izquierda– someter a una consulta si el PRD se alía con el PAN para postular un candidato a la gubernatura del estado de México, López Obrador afirmó que él buscará construir una alianza desde abajo con la gente de esa entidad y se dedicará a seguir fortaleciendo el Movimiento Regeneración Nacional, en el cual participan militantes de PRD, PT, Convergencia y ciudadanos sin partido.

En la solicitud expresa que las posiciones adoptadas por la dirigencia del PRD son contrarias a los principios que dieron origen a nuestro partido y opuestas a mis ideales y convicciones.

Dice que en consecuencia decidió dedicar todo su tiempo al movimiento en el que, insistió, convergen ciudadanos que luchan, con autenticidad y sin engaños, por la transformación de la vida pública del país.

Resaltó que no se puede convalidar el proyecto de la mafia del poder, que pretende consolidar un bipartidismo de derecha con el PRI o con el PAN que, al final de cuentas, representan lo mismo; es decir, prolongar el régimen de opresión, corrupción y privilegios que está destruyendo al país y afecta cada vez más el bienestar y la tranquilidad de la mayoría de los mexicanos.

La licencia, concluyó, le permitirá apoyar una candidatura que represente un verdadero cambio en beneficio de todos y en particular de los más pobres y desposeídos.