El conflicto entre Televisa y Teléfonos de México es una guerra de titanes que tiene como fondo la entrada de Telmex al negocio de la televisión y la de Televisa a la telefonía fija en un mercado convergente, para lo que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) siguen sin ser autoridad y quedan como testigos mudos del desastre que han generado en telecomunicaciones, con consecuencias como la falta de inversión y de generación de empleos, y el incumplimiento efectivo del derecho a la información que tienen todos los mexicanos, advirtió el director de la consultoría Mediatelecom, Jorge Fernando Negrete.

Por separado, fuentes cercanas al rompimiento informaron que Televisa impuso un incremento de 20 por ciento a los espacios publicitarios que Grupo Carso venía contratando para empresas como Telcel, Telmex, Sanborns e Inbursa, la mayoría de los cuales se transmitían en horarios estelares, lo que representaría alrededor de 100 millones de pesos extras.

La salida de Telcel como anunciante en Televisa podría tener repercusiones como que su principal competidora, Telefónica, redujera su pauta publicitaria, ya que sólo requeriría mantener la presencia de la marca y no una campaña intensiva.

Sin embargo, la televisora afirmó que el aumento de 20 por ciento aplicado al conglomerado de empresas de Carlos Slim Helú se debió a que no participaron en el plan de venta anticipado, por lo cual se les asignó una tarifa mayor, según un cable de Reuters.

Al no participar, cualquier contrato fuera del plan de venta anticipado tiene otro precio, es natural. Esto aplica para nuestros clientes, no sólo para las empresas de Slim, dijo un vocero de Televisa.

El viernes pasado el anuncio de que las empresas de Carlos Slim dejarían de anunciarse en Televisa no tuvo repercusiones en la Bolsa Mexicana de Valores, debido a que, a decir de Televisa, la publicidad contratada por las empresas de Grupo Carso representa 1.5 por ciento de sus ingresos totales. En 2010 Slim pagó 900 millones de pesos por anunciarse en los canales de Televisa, y este año debería erogar más de 100 millones de pesos adicionales.

Jorge Fernando Negrete, junto con Ramiro Tovar Landa, académico del Instituto Tecnológico Autónomo de México, señaló que el problema real entre Televisa y Telmex se llama convergencia y el enorme negocio que un mercado convergente representa para sus participantes.

Los especialistas puntualizaron que al haber convergencia plena en México, Telmex estaría en condiciones de entrar al mercado de la televisión de paga como ha pedido desde hace años, al solicitar a la SCT y a la Cofetel que se modifique su título de concesión.

Como muestra de lo atractiva que representa la convergencia como negocio, Negrete y Tovar señalaron que, de acuerdo con la consultoría TeleGeography, el volumen de suscriptores de banda ancha móvil en el mundo llegará a 6 mil millones en los próximos dos años como resultado de políticas de estímulo de los gobiernos y también de acciones coordinadas con la industria, cosa que no ha sucedido en México.

Detallaron que en un mercado convergente los servicios a ofrecer y disponer sin restricciones para los operadores son televisión abierta, telefonía fija, cable, fibra óptica, televisión vía satélite y telefonía móvil. Criticaron que en México existan políticas encaminadas a evitar que algunos actores del mercado puedan ser convergentes y otros no, con lo que en automático hay ciudadanos beneficiados y otros discriminados.

Tovar y Negrete advirtieron que para tratar de mitigar los efectos negativos de esta lucha de titanes, Televisa y Telmex, es urgente que la Cofetel y la SCT trabajen en la apertura inmediata para la prestación de servicios de televisión a los operadores de telefonía fija; que se reestructuren las políticas de inversión y de cobertura de todos los prestadores de servicios de telecomunicaciones; que establezcan un modelo de competencia en infraestructura, en lugar de desagregarla e incorporar como servicio básico de transmisión de televisión en todas la plataformas las señales abiertas y de los medios públicos.