Acambay, Méx., 17 de febrero. En México, la libertad de expresión se ha convertido en un negocio, principalmente entre las televisoras, acusó hoy Andrés Manuel López Obrador, quien sostuvo que como ejemplo está Televisa, que ahora se dedica a cuidar a los priístas para preparar su regreso a la Presidencia de la República.

Dijo que la empresa de Emilio Azcárraga sólo habla bien del gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto, a quien la mafia del poder quiere imponer como presidente. Ahora vemos que los priístas son intocables en Televisa; no hay criticas para la señora (Beatriz) Paredes ni para (Manlio Fabio) Beltrones, mucho menos para Peña Nieto.

El ex candidato presidencial recorrió este jueves los municipios de Acambay, Timilpan y Aculco, ubicados en la zona norte de la entidad, acompañado por Alejandro Encinas, a quien el Movimiento por la Regeneración Nacional (Morena) propone como candidato de los partidos de izquierda para la contienda electoral del próximo 3 de julio.

Desde esta localidad, López Obrador señaló que Peña Nieto decidió acortar las campañas a 45 días, porque sabe que tiene de su lado a la televisión, mientras para el resto de los abanderados el tiempo será reducido para poder llegar a la mayor parte del electorado.

Entrevistado luego de un mitin, el tabasqueño afirmó que con la llegada de Jorge Mario Pardo Rebolledo como nuevo ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la resolución sobre el amparo que promovieron los intelectuales alcahuetes para poder contratar espacios en radio y televisión será favorable.

“No van a tardar en resolver el tema de la compra de publicidad en los medios de comunicación; es un asunto que le interesa a los de la mafia en el poder… con la llegada de Pardo, cercano a Diego Fernández de Cevallos, se van a inclinar para que compren todos los espacios en radio y televisión y así se decidan las elecciones. Ojalá me equivoque, pero creo que la resolución será favorable a los intelectuales alcahuetes”, manifestó.

Sobre los 34 casos de presunto desvío de recursos de la Cuenta Pública 2009 detectados por la Auditoría Superior de la Federación, consideró que no hay nada nuevo, porque en este país la corrupción está institucionalizada, pero lo peor del caso –subrayó– es que reina la impunidad. Aquí nunca se castiga a nadie, y eso es lamentable. Se sabe de actos de corrupción y no pasa nada, enfatizó.