La investigación la encabezan autoridades mexicanas, pero Washington las apoya, dice
Los culpables serán llevados ante la justicia, promete la secretaria de Seguridad Interior
Es lo mínimo que debemos a la memoria del caído y a quienes siguen trabajando en México
Viernes 18 de febrero de 2011, p. 7
Washington, 17 de febrero. El gobierno estadunidense está indignado
por la muerte de un agente de aduanas en México, declaró este jueves la secretaria de Seguridad Interior, Janet Napolitano, quien prometió que los culpables serán llevados ante la justicia.
La investigación del caso está siendo encabezada por las autoridades mexicanas, pero el gobierno de Washington las apoya mediante el envío de un equipo especial, recordó Napolitano durante una comparecencia ante la Comisión de Seguridad Interior del Senado.
Creo que puedo hablar en nombre de todo el gobierno cuando digo que no solamente estamos entristecidos por la muerte de un agente, sino que además estamos indignados por este acto de violencia
, advirtió la funcionaria en su intervención inicial ante los legisladores.
Que nadie se equivoque: los involucrados (en la muerte del agente Jaime Zapata) serán llevados ante la justicia. Es lo mínimo que debemos a la memoria del agente Zapata y a los que siguen trabajando en México
, añadió la funcionaria.
“Seguimos concentrados en nuestros esfuerzos para mantener nuestra frontera segura y para ayudar a México a quebrar los cárteles que están dañando a su país”, aseveró Napolitano en la audiencia senatorial donde se abordó el tema del presupuesto del Departamento de Seguridad Interior correspondiente al año fiscal 2012.
En tanto, el agente estadunidense baleado que sobrevivió al ataque en el que murió Jaime Zapata, identificado como Víctor Ávila, fue dado de alta del hospital en que se encontraba, informó ayer la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
Ávila, quien recibió dos disparos, ya se encuentra en su domicilio, indicó la dependencia en un comunicado en el que añadió: Al tiempo que lamentamos la muerte del agente especial Zapata, reconocemos el gran heroismo del agente Ávila
, indicó al director de ICE, John Morton, al comentar la primera muerte de un agente estadunidense en México desde 1982, cuando Enrique Camarena –perteneciente a la agencia antidrogas (DEA)– fue asesinado.
De acuerdo con información del gobierno del presidente Barack Obama, la ICE mantiene en México unos 30 agentes especiales, los cuales no están autorizados a portar armas.
El periódico Washington Times, por su parte, cita al agente retirado de ICE, Alonzo Peña, quien trabajó en México hasta su retiro en 2009, quien dijo que sus dos colegas atacados en San Luis Potosí, cuyo vehículo portaba placas diplomáticas, bajaron la ventanilla para identificarse cuando fueron baleados.
Por su parte, el congresista republicano de Texas Michael McCaul sostuvo en un comunicado de prensa que la emboscada
en contra de los agentes de aduanas constituye un ataque contra Estados Unidos
y afirmó –sin precisar de dónde obtuvo la información– que los oficiales agredidos fueron “perseguidos por numerosos miembros de cárteles”de las drogas que respondieron abriendo fuego en contra de los dos oficiales
en cuanto éstos se identificaron como diplomáticos.
El congresista sostuvo que el incidente supone un cambio de juego
en México, que requiere que Estados Unidos responda con contundencia
.
Versión de que el agente muerto recibió cinco
disparos
Por su parte, el director del hospital potosino Nuestra Señora de la Salud, Félix Hernández, quien atendió al agente Zapata antes de morir, informó que éste recibió cinco impactos
de bala.
Hernández Báez confirmó la presencia de agentes de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), pero relató que a los médicos potosinos se les dejó hacer su trabajo sin ninguna restricción.
Reveló que cuando los dos heridos llegaron al citado nosocomio, el agente Jaime Zapata prácticamente había fallecido, pues durante el traslado hasta el hospital, ubicado en la capital del estado, sufrió un infarto.
Las balas, dijo, le dieron en las piernas y en el abdomen, por lo que el personal médico intentó actuar, pero ante el ataque cardio-respiratorio todos los esfuerzos fueron inútiles.
El médico considera que las balas que quitaron la vida al agente estadunidense no eran de grueso calibre, más bien correspondían al tipo de ametralladora, creo que eran AK-47, no tengo el dato, pero el hospital (Nuestra Señora de la Salud) está registrado para atender este tipo de casos
violentos.
Confirmó también la presencia de agentes de la FBI en la capital de San Luis Potosí, atendiendo las indagatorias, pero destacó la confianza
del gobierno estadunidense, que dejó en manos de los médicos potosinos la atención de las víctimas. Nos dieron el apoyo del manejo ciento por ciento
, expresó el galeno.
Dijo que al decretarse la muerte de Jaime Zapata, el gobierno estadunidense solicitó practicar la autopsia de ley en el mismo nosocomio y pidió evitar el traslado del cuerpo al Servicio Médico Forense o a alguna otra instalación médica.
La autopsia fue practicada por peritos especializados de la Procuraduría General de la República (PGR), quienes llegaron exclusivamente para esta comisión, pero a los médicos locales no les informaron resultados o detalles de la misma.
En otro orden, la visita del embajador de Estados Unidos en México, Carlos Pascual, a la ciudad de Nuevo Laredo, Tamaulipas, fue suspendida en forma sorpresiva, cuando ya estaba prevista su presencia para este jueves 17 en la presidencia municipal de la ciudad fronteriza, donde sostendría una reunión de trabajo con el alcalde Benjamín Galván.
Con información de María Guadalupe González Moctezuma y Carlos Figueroa, corresponsales