esde siempre se ha denunciado que los 500 representantes populares de San Lázaro no trabajan, no dan el ancho, se olvidan de sus electores, plenamente se dedican a la grilla, atienden negocios particulares, sirven como intermediarios para el otorgamiento de concesiones, permisos y conexos, fungen como peones de los poderes fácticos y, en fin, hacen de todo menos a lo que por ley están obligados. Quinientos diputados le cuestan una fortuna a los mexicanos, la cual se acrecienta año tras año, mientras los resultados por ellos ofrecidos son inversamente proporcionales a los gastos.

De todo se les acusa, pero eso no los acongoja ni les quita el hambre, la sed y lo fiestero. Por el contrario, en cada revisión de la cuenta pública (caso concreto la correspondiente a 2009) brotan prácticamente de forma natural una cantidad enorme de irregularidades, inconsistencias y desviaciones en lo que a ejercicio presupuestal se refiere. Es la danza de los millones a costillas de los mexicanos, tal y como se registra en las tres instancias de gobierno (federal, estatal y municipal), en los organismos públicos descentralizados y, en síntesis, en todas las instituciones en las que fluye dinero público, como el Instituto Federal Electoral comprenderá. Las cucharas más grandes del universo les quedan chicas para servirse de los recursos de la nación.

Desde luego que no son los únicos, pero en la revisión presupuestal de la Cámara de Diputados correspondiente a 2009 (alrededor de 5 mil 300 millones de pesos), realizada por la Auditoría Superior de la Federación, se detectaron, entre otros, los siguientes gastos de los representantes populares:

En la partida 2204 Productos alimenticios se reportó un presupuesto ejercido de 92.46 millones de pesos (eso se comieron los angelitos), del que se revisó una muestra de 12.34 millones. Se identificó que durante el ejercicio 2009, los grupos parlamentarios del PAN, PRI, PRD, PT y del Panal solicitaron reembolsos de gastos con cargo a esta partida por un importe global por 12.14 millones de pesos. De este monto, 68 por ciento correspondió a los panistas; 23 por ciento a los tricolores; 6 por ciento a los perredistas; 2.5 por ciento a los petistas y 0.5 a los representantes de Elba Esther.

Con el análisis de la documentación comprobatoria de los reembolsos solicitados por los grupos parlamentarios, se identificó que se erogaron recursos por 565 mil 800 pesos en la contratación de grupos musicales y artistas. Por otra parte, se identificó que, con cargo a las partidas 2204 Productos alimenticios y 3804 Congresos y convenciones, se registraron diversos gastos que corresponden a otras partidas presupuestales. Por ejemplo, con cargo a la partida 2204 Productos alimenticios se registraron gastos por un millón 470 mil 700 pesos por renta de salones, carpas, mesas, sillas, tablones, servicio de meseros y renta de equipo de sonido, entre otros; con cargo a la partida 3804 Congresos y convenciones se registraron gastos por más de 4 millones de pesos por concepto de medicinas, pasajes terrestres, diseño de página web y boletos de avión, entre otras menudencias.

Con la revisión de las partidas 3811 Pasajes nacionales en el desempeño de comisiones y funciones oficiales y 3813 Pasajes internacionales en el desempeño de comisiones y funciones oficiales en las que se ejercieron recursos por 225 millones y 17 millones, respectivamente, y de los que sólo se revisó una muestra, se identificaron las siguientes irregularidades: en la partida 3811 se identificaron 47 casos por 284 mil 200 pesos, que corresponden a comprobaciones de pasajes de los ejercicios 2007 y 2008; en la partida 3813 se identificaron 14 casos por 721 mil 400 pesos que corresponden a comprobaciones de pasajes del ejercicio 2008, es decir, totalmente fuera de la norma.

En la partida 3827 Asignaciones a los grupos parlamentarios, la Cámara de Diputados ejerció mil 319 millones de pesos, que representaron 61.4 por ciento del capítulo 3000 Servicios generales. Al respecto, se revisaron los recursos otorgados a los grupos parlamentarios por concepto de subvenciones reportadas en el Estado del Ejercicio del Presupuesto 2009, constituidas por una suma fija de carácter general por 57 millones, y otra variable en función del número de diputados que conforman cada grupo parlamentario. Se constató que Cámara de Diputados contó con los comprobantes de depósito de las transferencias electrónicas expedidas por el sistema bancario y los acuses de recibo, pero no se permitió el acceso a la documentación que sustenta la aplicación de los recursos ejercidos en la partida 3827, de tal suerte que la revisión se limitó a verificar los recibos.

La Cámara de Diputados reportó como ejercidos en la partida 1201 Honorarios más de 437 millones de pesos, los cuales se revisaron en su totalidad. Se comprobó que con cargo a esta partida, se contrató en el periodo de enero a agosto de 2009 un total de mil 805 prestadores de servicios correspondientes a la LX Legislatura, y de septiembre a diciembre del mismo año un total de mil 447 prestadores de servicios correspondientes a la LXI Legislatura. Sin embargo, no se pudo constatar que los pagos efectuados al personal de honorarios fueron proporcionales a las actividades que realizaron, ni que dichas actividades se diferenciaron de las desarrolladas por el personal de estructura, toda vez que en los contratos no se definen las actividades por realizar ni la obligación de entregar un reporte o informe de actividades, además de que no se tienen tabuladores para este tipo de contrataciones, por lo que el importe mensual de los honorarios va desde 900 hasta 162 mil pesos. También se identificó que en 36 casos los prestadores de servicios profesionales incrementaron sus percepciones durante el ejercicio 2009 hasta en 201 por ciento.

Lo mejor del caso es que, se documente lo que se documente, nunca hay consecuencias, salvo para quienes pagan por los 500 (documento íntegro en www.asf.gob.mx/Trans/Informes/IR2009i/Tomos/Tomo2/2009_1080_a.pdf)

Las rebanadas del pastel

Enemigo acérrimo de la educación pública, el defensor de bancos y banqueros que cobra como presidente de la Condusef se le fue al cuello al puma mayor, porque siempre pide dinero para la UNAM, pero el rector José Narro, consciente de la notoria incapacidad del susodicho, simplemente le reviró: el señor Luis Pazos se equivoca cuando piensa que yo nada más lo único que hago es saber pedir dinero. No sólo lo pido, exijo dinero para las instituciones (educativas) públicas, no nada más para ésta (la UNAM). El señor Luis Pazos se equivoca rotundamente. Tiene algunos años, una vida de equivocaciones.

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