Retiran a los policías municipales que resguardaban el lugar, con el pretexto de poner orden
Las presiones provinieron directamente de la Secretaría de Gobernación, acusa titular de la SSP local
Domingo 13 de febrero de 2011, p. 9
Tijuana, BC, 12 de febrero. Tras consumarse la clausura técnica y jurídica de la terminal de gas natural licuado de Sempra Energy, el Ejército Mexicano con el argumento de poner orden
, obligó a la policía municipal de Ensenada a retirar el resguardo que mantenía de la regasificadora propiedad de la trasnacional.
Las fuerzas armadas federales, en compañía de funcionarios del gobierno estatal, ocuparon la planta una vez que el presidente municipal de Ensenada, Enrique Pelayo, ordenó la clausura temporal de la regasificadora al configurarse una larga lista de irregularidades y violaciones a la ley, en que Sempra sustentó la construcción y operación de la planta ubicada en una zona de preservación ecológica y desarrollo turístico.
El viernes, funcionarios y representantes legales del ayuntamiento de Ensenada se presentaron en la regasificadora con una orden de clausura, porque el permiso de uso de suelo otorgado por el ex alcalde Jorge Antonio Catalán Sosa fue concedido en forma violatoria a la Ley de Desarrollo Urbano y a las normas vigentes al momento de su expedición; la instalación de Sempra Energy violenta la Ley de Desarrollo Urbano para el estado de Baja California e incumple lo dispuesto en el Programa Regional de Desarrollo Urbano, Turístico y Ecológico del Corredor Costero Tijuana-Rosarito–Ensenada, (Cocotren); y la trasnacional trasgrede el Programa de Reordenamiento Ecológico Marino del Pacífico Norte, elaborado por la Secretaría de Ecología federal.
Tras decretarse el cierre por violación a la ley municipal y estatal, el alcalde instruyó al general Florencio Cuevas Salgado, quien se desempeña como secretario de la policía local, a garantizar el resguardo de la regasificadora, porque su manejo y operación entraña riesgos para la población civil aledaña y daño al entorno ecológico.
La colocación de los sellos de clausura ocurrió alrededor de las cinco de la tarde del viernes, y una hora después comenzó la presión contra el general Cuevas desde la mismísima oficina del secretario de Gobernación, José Francisco Blake Mora.
Entre las siete y las 10 de la noche la policía municipal observó la llegada de vehículos del Ejército Mexicano, Marina y las policías estatal y ministerial de Baja California. Esos rondines se prolongaron hasta las 11 de la noche, hora en que la presión llegó a su máximo.
Presiones directas de Blake
Florencio Cuevas Salgado, General de División Diplomado de Estado Mayor, quien se presenta como militar respetable y seguidor fiel de la ley, fue jefe en seis zonas militares (38, 41, 33, 29, 10 y 19), jefe de Estado Mayor en las séptima y novena y agregado militar en Brasil y Paraguay, reveló a este diario la presión a que se vio sometido en las horas subsecuentes a la clausura de la regasificadora:
“La policía municipal acudió al lugar a realizar una diligencia en las instalaciones de la empresa ubicadas en el kilometro 80 de la carretera escénica Tijuana-Ensenada. Se realizaron las actuaciones y se colocaron los sellos en las áreas de oficina y de torniquetes, quedando al mando de la policía municipal el comandante Carlos Alberto Lucía, y yo me regresé a la oficina.
“A las 18:05 recibí una llamada del licenciado Carlos Reynoso Nuño desde la Secretaría de Gobernación, quien me dijo que lo que estábamos haciendo era muy delicado, contra la ley, y me dijo que tenía en sus manos una suspensión dictada por el juez federal y que de inmediato nos retiráramos de la planta. Mi respuesta fue que se pusiera en contacto con el presidente municipal para que me diera las instrucciones pertinentes.
“Y me insistió: ¿se van a retirar? Y le dije que no, que la actuación del presidente municipal estaba apegada a derecho. Entonces a las 18:36 me llamó el secretario de Gobernación, José Francisco Blake Mora, y me dijo que estábamos actuando de manera ilegal, que estábamos provocando un conflicto muy grave, y que se retirara la policía, y simplemente le señalé: lo que usted me está informando lo voy a hacer del conocimiento del municipio de Ensenada
“A las 18:50 me volvió a hablar Reynoso Nuño, y fue terminante al ordenar que nos retiráramos porque iba a llegar la fuerza federal, el Ejército, las policías estatal y ministerial, y lo mejor es que usted se retire. Y le replique: si me ordenan las autoridades del municipio me retiro
“A las 21 horas me regresé a la planta y recibí una llamada del comandante de la segunda zona militar, César Cuauhtémoc Menchaca, para decirme que el Ejército se haría cargo de la situación. Esperé en el lugar y más tarde llegó el general Menchaca y reiteró que estaban por llegar tropas de la segunda zona militar.
A las 23:03 llegó el comandante Pedroza del regimiento motorizado con 35 elementos en 5 vehículos. El presidente municipal me llamó para decirme que actuáramos con prudencia y entregáramos el resguardo de las instalaciones al Ejército Mexicano. Así lo hicimos y procedimos a retirarnos.
Junto al Ejército Mexicano se encontraba el secretario de gobierno del Estado, Cuauhtémoc Cardona, quien insistió en trasponer la vigilancia y llegar hasta la planta en compañía de un representante legal de Sempra. Testigos señalaron que Cardona fue quien destruyó los sellos de clausura que había impuesto el ayuntamiento a la trasnacional Sempra.
Por la noche, el Ayuntamiento de Ensenada reiteró a los ciudadanos que la razón jurídica le asiste y cuenta con las suficientes facultades republicanas para cumplir y hacer cumplir la ley, no importando que quienes hoy se sienten lastimados en sus intereses por haber faltado a la verdad e incumplir con la ley, hayan recurrido a la confabulación con quienes han demostrado no importarles la integridad física de los ensenadenses.
Al mismo tiempo enfatizó que la acción de clausura de la planta regasificadora de Sempra Energy en Ensenada, técnica y jurídicamente está consumada. A través de un comunicado de prensa la autoridad ejecutora de la clausura temporal confirmó la postura del general Cuevas.
“La clausura de la terminal de gas natural licuado, en acciones simultaneas realizadas por el secretario de Gobernación, José Francisco Blake, y el secretario de Gobierno, Cuauhtémoc Cardona Benavides, el cual haciéndose acompañar por un dispositivo de fuerzas militares y policiacas estatales y federales, se apersonó en las instalaciones de la Terminal clausurada, bajo resguardo de las fuerzas de la policía municipal de Ensenada, lo que pudo haber provocado un enfrentamiento de dimensiones mayúsculas.
Tal situación fue evitada por la prudencia del secretario de Seguridad Pública municipal, Florencio Raúl Cuevas Salgado, que atendiendo las indicaciones del presidente municipal, Enrique Pelayo Torres, se retiró de las instalaciones, dado que la acción de clausura de la Terminal de GNL Energía Costa Azul, ya había sido jurídicamente consumada. Todas las acciones que lleve a cabo la empresa Energía Costa Azul, así como las que al respecto realicen los funcionarios federales y estatales, violentan las normas.