Cientos de personas desafían a 30 mil policías en el centro de la capital de Argelia
Domingo 13 de febrero de 2011, p. 29
Saná, 12 de febrero. Una sorpresiva protesta contra el presidente Ali Abdullah Saleh se desató este sábado en la capital yemenita, al tiempo que cientos de argelinos desafiaron a unos 30 mil policías desplegados en el centro de Argel para disuadir a organizaciones políticas y sociales que demandan la renuncia del jefe de Estado, Abdelaziz Buteflika.
Vete, vete Ali
, gritaron al menos 2 mil opositores en el centro de Saná en una nueva expresión de rechazo al gobierno que Saleh encabeza desde 1978.
En la última década, Yemen, por cuyas costas transitan anualmente cientos de buques petroleros y mercantes con dirección al canal de Suez y Europa, ha sido escenario de un movimiento separatista en el norte y su territorio suroriental es utilizado por grupos fundamentalistas presuntamente ligados a la red Al Qaeda.
Cuando los opositores intentaron ingresar a la plaza Tahrir, unos 5 mil simpatizantes que han acampado desde hace varios días en el céntrico sitio los recibieron a gritos con cuchillos y palos en la mano, lo que dejó un saldo indeterminado de heridos.
En otras localidades yemenitas hubo manifestaciones de protesta antigubernamentales, alentadas por la renuncia del presidente Hosni Mubarak en Egipto.
En Argel, la policía cercó a los grupos que desde la mañana intentaron llegar al centro de la ciudad. Medio centenar pudo burlar las vallas policiales, pero los opositores debieron retirarse rápidamente sin desplegar sus mantas en la plaza Primero de Mayo, adonde fueron convocados por el Partido para la Cultura y la Democracia, que incluye al fundador del disuelto Frente Islámico de Salvación, Ali Belhadj, pero que no cuenta con el respaldo de socialistas y otras fuerzas políticas.
La policía arrestó a unas 200 personas, según los organizadores, pero de acuerdo con las autoridades fueron detenidos sólo 14 opositores, quienes fueron puestos en libertad este sábado.
Para impedir la concentración masiva en Argel, el gobierno de Buteflika cerró numerosas calles y carreteras interurbanas al tránsito de vehículos y suspendió la transportación ferroviaria.
Tanques y transportes militares estuvieron apostados en muchos puntos estratégicos de la ciudad capital de Argelia.