Berlín, 12 de febrero Diez años al frente de la Berlinale han hecho de Dieter Kosslick una figura emblemática del cine alemán. Simpático, dicharachero y con el afán constante de traer el glamour hollywoodense a Berlín, ha perdido no sólo a un amigo personal en Bernd Eichinger, sino también al productor más internacional; de hecho, la cara del cine alemán en Hollywood.

Eichinger falleció el pasado 26 de enero a los 61 años en su residencia de Los Ángeles, víctima de un infarto. Al frente de la productora Constantin Films, Eichinger estuvo detrás de producciones multimpremiadas y taquilleras, como La historia del fin del mundo (1984), El nombre de la rosa (1986), En un lugar de África (2003), El hundimiento (2004), El perfume (2006 ) y RAF: Facción del Ejército Rojo (2008).

El festival le rindió un homenaje con una emotiva ceremonia en la que se proyectó uno de sus éxitos, La señorita Rosemarie (1996). En el acto estuvieron presentes sus familiares y amigos, así como la actriz alemana Nina Hoss, protagonista del filme y ahora integrante del jurado en esta edición de la Berlinale. Eichinger fue enterrado la semana pasada en su ciudad natal, Munich.

Por otro lado, en el tercer día del festival de cine de Berlín se proyectó en la sección de competencia, aunque fuera de concurso, una cinta que toca las fibras respecto al tema de la inmigración alemana.

Bienvenido a Alemania, es una comedia que retrata de manera simpática y un tanto sarcástica la experiencia de una familia de inmigrantes turcos que llega a Alemania en los años 60, el proceso de asentamiento y el arraigo que esas familias intentan conservar en las nuevas generaciones de turcos-alemanes. La inmigración turca constituye una parte importante del desarrollo social de la Alemania de la posguerra. Es la minoría más numerosa en el país europeo con más de 2 millones y medio de turcos, de los cuales sólo en Berlín viven alrededor de 140 mil. El barrio de Kreuzberg, en la capital alemana, se conoce también como la pequeña Estambul.

En competencia se presentó la directora Victoria Mahogany, quien figura entre las 25 nuevas caras del cine independiente estadunidense y presenta a concurso su opera prima, Yelling to the Sky (Gritando al cielo), de la cual es autora, directora y productora. El filme es protagonizado por Zoe Kravitz (hija del músico Leni Kravitz) y Gabourey Sibide (Preciosa).

La historia narra el drama de una adolescente negra en Estados Unidos y los conflictos en una familia disfuncional: padre violento, desempleado y alcohólico; madre con trastornos sicológicos. Además de esto enfrenta el entorno hostil de su barrio y escuela con la amenaza de Latonya y sus compinches (la imponente figura de Gabourey Sibide). El paso por el alcohol y las drogas son parte del desarrollo de esta adolescente. En conferencia de prensa, Mahogany reconoció haber realizado con Yelling to the sky un trabajo autobiográfico, pues creció en un entorno social y familiar similar.