Madrid, 9 de febrero. Los promotores de Sortu (crear, en euskera), la nueva plataforma política de la izquierda abertzale (nacionalista), se presentaron hoy en Madrid con tres propósitos: inscribir a la formación en el registro del Ministerio del Interior, reiterar que el nuevo proyecto independentista es una ruptura total con el pasado y reclamar al gobierno, a la magistratura y a la sociedad española en general sólo una oportunidad para la paz. Ante decenas de periodistas, los representantes de Sortu reiteraron su rechazo total a la violencia de ETA, sin ambages.

La vida de Sortu es muy corta –nació oficialmente ante un notario de San Sebastián el 31 de enero–, pero es fruto de un largo y complejo debate al interior de la izquierda nacionalista. Después de dos procesos de pacificación fallidos –ambos por la reanudación por ETA de atentados–, finalmente la izquierda abertzale acordó sepultar para siempre y sin acrobacias literarias el uso de la violencia con fines políticos.

En los estatutos que presentaron los promotores de Sortu ante el Ministerio del Interior español se expresa con nitidez su rechazo a la violencia en general y a la de ETA en particular. Mostramos nuestra voluntad y deseo de contribuir con el resto de agentes políticos, sociales y sindicales a la definitiva y total desaparición de cualquier clase de violencia, en particular la de la organización ETA; a la superación de las consecuencias de toda violencia y terrorismo, en pro de la paz, justicia y reconciliación de la sociedad vasca; y al reconocimiento y reparación de todas las víctimas originadas de las múltiples violencias que han tenido presencia en nuestro pueblo en las últimas décadas, señala Sortu en sus estatutos.

Tanto en los estatutos como en la posterior rueda de prensa, los promotores de Sortu insistieron en que su formación supone una ruptura total con otras organizaciones ilegalizadas, en alusión a Batasuna, acusada por Madrid de ser brazo político de ETA, y las sucesivas coaliciones creadas en torno al independentismo radical vasco que fueron ilegalizadas por su supuesta vinculación al grupo.

Los representantes oficiales de Sortu son su secretaria general, Maider Etxeberia –vizcaína y profesora de biología–, que compartirá responsabilidades con Miren Aguirregabiria, Javier Artola –profesor de la Universidad del País Vasco– y Rakel Jausoro.

Iñaki Zabaleta, el abogado que leyó el comunicado y respondió a las preguntas de los medios en la sede del Club de Amigos de la Unesco en Madrid, a la reiterada pregunta de cómo pretendían tener credibilidad después de tantos intentos fallidos de pacificación del histórico conflicto, contestó: Nosotros buscamos la reconciliación de la sociedad. No somos continuidad de nada. Cumplimos con todos los principios democráticos y legales, y por tanto tenemos derecho a ser legales. Y hemos expresado sin ambages nuestro convencimiento íntimo de rechazo total a la violencia de ETA.

Ahora, añadió, la credibilidad crece, se crea, se gana... Sólo pedimos una oportunidad para ganarla y luchar por la paz.

Los promotores de Sortu comparecieron acompañados del presidente de la Asociación de Abogados Europeos por los Derechos Humanos, Bill Bowring, y por el líder del Sinn Fein, Alex Maskey, quienes instaron al gobierno español, del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, a tener coraje y aprovechar esta oportunidad para la pacificación del histórico conflicto del País Vasco.