Economías desarrolladas presionan para rebajar el tono de informes, reconoce análisis
Jueves 10 de febrero de 2011, p. 28
Washington, 9 de febrero. El Fondo Monetario Internacional (FMI) no detectó cómo se fraguó la crisis financiera mundial, en parte porque estaba excesivamente influido
por los países ricos, dijo el miércoles la oficina supervisora del organismo. Un informe del Fondo sobre su actuación entre 2004 y 2007, con el español Rodrigo Rato como su director, reconoce su incapacidad para anticipar la actual crisis y el fracaso de sus previsiones económicas y financieras.
El director en funciones del FMI, Dominique Strauss-Kahn, admitió que la crisis mundial había hecho fracasar las previsiones económicas y financieras de la institución que encabeza, y prometió mejorar su elaboración.
La Oficina Independiente de Evaluación (IEO, por sus siglas en inglés) reconoció que entre los economistas del fondo predominaba la mentalidad de que era poco probable que las economías avanzadas fueran la chispa de una importante crisis financiera, debido a su capacidad en cuestiones monetarias y regulatorias.
Además, indica que el personal del fondo estaba más cómodo prescribiendo políticas para los países emergentes, señalamiento que respaldaría las quejas de China y otros países en vías de desarrollo de que la supervisión del FMI adolecía de parcialidad. Los funcionarios del fondo solían estar de acuerdo con las opiniones de Estados Unidos, Reino Unido y otros países desarrollados acerca de que sus sistemas financieros eran más sólidos y resistentes a una crisis.
La incapacidad del fondo para prevenir la posibilidad de una crisis sistémica de forma precoz, aguda y eficaz es un hecho que nos debería hacer más humildes, que la institución reconoce con sinceridad y al que está lista para responder
, afirmó este miércoles el francés Dominique Strauss-Kahn, sucesor de Rato y actual jefe del FMI.
“La opinión mayoritaria entre el personal del FMI –un grupo cohesionado de macroeconomistas– era que la disciplina de mercado y la autorregulación bastarían para evitar problemas graves en instituciones financieras”, apunta el análisis.
Los laxos criterios a la hora de conceder préstamos en Estados Unidos impulsaron un auge en la vivienda, cuyo hundimiento dejó una oleada de créditos malos en todo el mundo y desató una crisis de crédito entre 2007 y 2009.
El informe de la Oficina Independiente de Evaluación del FMI se titula: Actuación del FMI en el periodo que desembocó en la crisis financiera y económica: la vigilancia del FMI de 2004 a 2007.
El FMI, que funciona como policía económica mundial, ha admitido que su supervisión no valoró o subestimó los riesgos, y que sus advertencias fueron demasiado dispersas y poco concretas como para animar a los responsables políticos a intervenir.
El informe de la IEO añade que con frecuencia el personal del fondo era presionado por las economías desarrolladas para alterar o rebajar el tono de sus informes, aunque no nombra responsables.
El documento expone que en muchos casos los trabajadores del fondo se censuraban, porque creían que había límites a lo que pudieran decir de los países más grandes, aunque no hubiera presión directa.