El campeón Juan Manuel Márquez arruga la frente marcada por las cicatrices que le ha dejado el boxeo. Cuando recuerda el trato que ha recibido de la promotora Golden Boy, presidida por el ex monarca de origen mexicano Óscar de la Hoya, también le cambia el tono de voz y muestra indignación. Falta menos de un mes para que termine su relación contractual con la empresa, pero sus expectativas son pesimistas. Incluso considera poco probable que el combate contra Érik Morales se realice en abril.

Gano menos que un campeón de hace siete años, dijo, en alusión a los salarios que cobraban en sus mejores años peleadores como El Terrible Morales y Marco Antonio Barrera. No es posible que seis años después de mi contrato con Golden Boy vea que no han cumplido con los mínimos acordados.

En un negocio que mueve millones de dólares en las grandes funciones, el salario de un monarca con peleas constantes ante rivales reconocidos suele crecer o, al menos, mantenerse. Márquez aseguró que al contrario de lo que ocurre en el boxeo, él ha tenido ganancias irregulares.

Comentó que cuando peleó ante Joel Casamayor y en el segundo combate contra Juan Díaz cobró menos que en contiendas anteriores.

No pido nada descabellado, sólo que me den trato como el campeón del mundo que soy, agregó, luego del entrenamiento en el gimnasio Romanza, donde se ha preparado bajo la conducción de Ignacio Beristáin. Un campeón no puede caminar como los cangrejos, protestó.

Márquez recordó que el 11 de noviembre del año pasado, cuando peleó contra el australiano Michael Katsidis como estelares, la paga que recibió fue similar a la de André Berto, quien protagonizó el combate de respaldo en esa función.

¡Cómo es posible que yo, siendo el estelar, cobre casi lo mismo que el de respaldo!, se quejó.

Recientemente se sentó a dialogar con la gente de Golden Boy y con Óscar de la Hoya. Apenas empezaron a revisar las condiciones de su relación laboral, aquello se convirtió en un forcejeo. Los empresarios le ofrecieron una extensión del contrato. La oferta, para Márquez, resultó ofensiva. Tendría que cumplir con cuatro peleas más casi en las mismas condiciones en que lo ha hecho estos años.

“Entonces este negocio de quién es, ¿para que ganen los promotores? ¿O es para que ganemos todos.

No sólo estoy defendiendo lo que merezco, porque he trabajado duro para todos mis combates; también defiendo lo que es mi futuro, el de mi familia, y el de la gente que trabaja conmigo, añadió. No sólo es lo que creo que le pertenece a Juan Manuel Márquez.

Por esa razón, ahora ni siquiera piensa en enfrentar a Érik Morales el 9 de abril. Incluso, de no resolverse la situación con Golden Boy, ve casi imposible la posibilidad de pelear contra El Terrible.

No, así no puedo concentrarme para un compromiso con un peleador de la talla de Érik Morales, es imposible prepararse para pelear en dos frentes al mismo tiempo, consideró Márquez.