Cuando un periodista sea amenazado por la delincuencia o su vida esté en riesgo por algún otro motivo, el Estado mexicano le brindará un chaleco antibalas, un teléfono celular con números de emergencia y, de ser el caso, le ayudaría a cambiar de residencia.

Para la aplicación de estas medidas, un grupo de funcionarios y representantes del gremio, entre otros, valorará la dimensión del problema y las acciones preventivas o de protección a seguir.

Ante la situación de alto riesgo del ejercicio periodístico en el país, la prioridad de este nuevo comité –impulsado por la Secretaría de Gobernación– será, en principio, tomar una decisión lo más rápido que sea posible y, posteriormente, volver a evaluar el caso para aumentar, disminuir o dar por concuidos los mecanismos de auxilio.

El subsecretario de Asuntos Jurídicos y Derechos Humanos de Gobernación, Felipe de Jesús Zamora, reconoció que la situación es difícil y los apoyos en mención sólo serán mecanismos de soporte.

En otras naciones, estas medidas han sido identificadas como parches o complementos, coadyuvantes de una estrategia general de protección.

En una situación normal, admitió el funcionario, es decir, en un país donde el ejercicio periodístico no fuera una actividad de alto riesgo, evidentemente nadie tendría que buscar mecanismos de protección, “porque se supone –dijo– que todos tendríamos qué vivir en un esquema de seguridad sustantiva”.

Sin embargo, reconociendo la situación actual, es necesario tomar estas medidas, pero cuando las circunstancias tiendan a regularizarse, irán bajando (los grados) de protección.

Así, el comité y el subcomité en mención tomarían medidas de emergencia y luego se diseñarían las previsiones específicas de protección. Una vez que sean definitivas, cada determinado tiempo se someterán a evaluación.

Aclaró que el gobierno federal definitivamente no dictará a los medios de comunicación la estrategia a seguir para la cobertura de hechos violentos vinculados con la delincuencia organizada.

El comité de protección a periodistas tendrá, en diversos lineamientos de operación, aspectos tomados del modelo colombiano.