Dallas, 6 de febrero. Antes del comienzo del Supertazón 45, la NFL informó que debido a las condiciones climáticas que imperaron en los recientes días, cientos de aficionados con boleto en mano se quedaron sin ver el partido en el Cowboys Stadium, ya que las áreas en las que se ubicaban sus asientos no terminaron de acondicionarse.

El organismo dijo que en caso de que los espectadores lograran un lugar acomodados en otras áreas o no pudieran ingresar a las instalaciones del inmueble se les reembolsaría el pago de sus entradas al triple de su costo. Lamentamos la situación, refirió un escueto comunicado, mientras centenares de aficionados afectados permanecían furiosos afuera del estadio.

La liga de futbol americano vendió la totalidad de los casi 100 mil asientos habilitados dentro del lugar, además de unas 12 mil entradas para presenciar en el exterior el juego en pantallas gigantes de alta definición, pero dentro del perímetro de la arena deportiva, en los lugares conocidos como Plazas de la Fiesta.

Además, problemas con la caída de hielo en el techo del estadio de los Vaqueros, obligaron a la NFL a cerrar tres de los 10 accesos a la moderna arena deportiva, complicando todavía más el ingreso de los aficionados.

Siete de las 10 puertas están en funcionamiento, pero había preocupación por el hielo, dijo James Hawthorne, subjefe de la policía de Arlington, suburbio de Dallas donde se ubica el inmueble.

El cierre de las tres puertas obligó a las autoridades a reorientar el ingreso de aficionados a otros accesos, lo que provocó que se alargaran más las filas para los espectadores, quienes soportaron una larga espera.

En la zona de San Francisco, la Asociación de Automovilistas Estadunidenses ofreció llevar gratis a los aficionados que bebieran alcohol durante el Supertazón y optaran por dejar sus vehículos en bares o restaurantes.