Domingo 6 de febrero de 2011, p. 15
Ciudad Juárez, Chih., 5 de febrero. Tres agentes de la extinta Policía Judicial Federal (PJF) participaron en la desaparición en 1998 de Silvia Arce y su compañera de trabajo Griselda Mares, y aunque dos de ellos están detenidos por delitos contra la salud y secuestro, uno en San Antonio, Texas, y otro en Veracruz, las autoridades no hacen nada para extraditar al primero y trasladar al segundo a Ciudad Juárez, denunció el Comité Independiente de Chihuahua por la Defensa de los Derechos Humanos (Cich).
Evangelina Arce, madre de Silvia Arce e integrante de la Cich, expresó que ante los nulos avances en las investigaciones sobre desapariciones de mujeres en esta ciudad, ella ha tenido que hacer sus propias indagatorias.
Aseguró que el responsable directo de desaparecer a su hija fue el entonces comandante de la PJF Jorge García Paz, quien está detenido en una cárcel de Veracruz, y colaboraron con él Abilio Melgarejo y Carlos Cárdenas Cruz, además del ex marido de Silva Arce, un informante de esa corporación que al ser interrogado aceptó que la habían matado.
La señora Arce expresó que la Fiscalía Mixta que Investiga Homicidios de Mujeres, tanto la federal –ya desaparecida– como la estatal, no han llevado a cabo pesquisas, a pesar de que ella les ha proporcionado información.
Dijo que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos admitió una queja contra el Estado mexicano por la falta de resultados, pero que con la aparente intención de eludir la resolución de la instancia, en mayo de 2005 la Procuraduría General de la República (PGR) acusó a las dos desaparecidas de tráfico de armas.
La desaparición
El 10 de marzo de 1998 Silvia Arce y Griselda Mares desaparecieron a las 2:30 horas, después de salir de su trabajo en un restaurante bar. Fueron vistas por última vez junto a tres hombres en un automóvil que las autoridades lograron identificar.
Evangelina Arce explicó que junto con su hija fue levantada Verónica Rivera, a quien localizó y reveló que fue secuestrada y torturada varios días. Según su testimonio, uno de sus captores dijo ser agente de la PGR, quien la dejó ir con la condición de que no hablara sobre el incidente.
Evangelina Arce ha sido amenazada. Hace tres años, pandilleros mataron de 12 balazos a Ángel Octavio Atayde Arce, de 18 años de edad, hijo de Silvia. El 30 de abril de 2003 tres hombres la agredieron luego de recibir telefonemas en los cuales le exigían que dejara de investigar.