El aumento en los precios de las materias primas, en especial de los alimentos y energéticos, representa un riesgo importante para la inflación en México, consideraron todos los integrantes de la junta de gobierno del Banco de México, según reveló este viernes la minuta de una reunión sostenida el fin de mes pasado.

Hasta ahora, el banco central y la Secretaría de Hacienda, cuyo titular, Ernesto Cordero, estuvo presente en esa reunión, han restado importancia al impacto del alza de los alimentos en la inflación, según declaraciones públicas de las últimas semanas.

Uno de los miembros de la junta (de gobierno del Banco de México) manifestó su preocupación por el hecho de que existe incertidumbre sobre la permanencia de algunos factores que en 2010 contribuyeron a la disminución de la inflación, de acuerdo con la minuta de la reunión de política monetaria del banco central, que se hace pública por primera vez.

El 24 de enero pasado, el banco central dio a conocer que en la primera quincena de enero la inflación fue de 0.17 por ciento. Publicado el dato, el titular de Hacienda declaró en París, Francia, que la variación había resultado muy positiva y despeja el riesgo de subida de precios en el país durante este año.

Usual a principios de año

La minuta publicada ayer por el banco central recoge la deliberación de la junta de gobierno del instituto el 20 de enero, un día antes de que diera a conocer su primer comunicado de política monetaria de este año. En el boletín del 21 de enero, el organismo consideró:

Si bien en fecha reciente ha sido notorio el aumento de los precios de algunos productos en la economía nacional, varios de ellos en respuesta al aumento de los precios internacionales de productos primarios, cabe señalar que: primero, muchas de esas revisiones de precios son usuales a principio de año; segundo, a partir de este mes se están desvaneciendo los efectos al alza sobre la inflación anual que se registraron a inicios del año anterior a raíz tanto de las modificaciones fiscales de 2010, como del incremento en algunas tarifas determinadas por gobiernos locales; y, finalmente, la apreciación del tipo de cambio ha compensado en parte los efectos al alza de los incrementos en los precios internacionales de diversas materias primas.

Ayer el banco central publicó la minuta de esa reunión, aunque no identificó por su nombre las opiniones de cada uno de los participantes, a quienes se refiere solamente por su cargo de un miembro de la junta o algunos miembros de la junta.

En la minuta divulgada ayer, se menciona que todos los miembros de la junta comparten la opinión de que el aumento en los precios de las materias primas, en especial de los alimentos y energéticos, representan un riesgo importante para la inflación en México. Añade que uno de los miembros de la junta manifestó su preocupación por el hecho de que existe incertidumbre sobre la permanencia de algunos factores que en 2010 contribuyeron a la disminución de la inflación, en particular al efecto de la mayor competencia entre algunas cadenas comerciales sobre la inflación.

En lo que hubo coincidencia, según la minuta, fue en que para 2011 se prevé que la inflación continúe disminuyendo. Algunos miembros de la junta destacaron que si bien en las últimas semanas se han registrado incrementos en algunos precios, en su mayoría, éstos ya estaban contemplados en el pronóstico del Banco de México porque suelen tener lugar a principios de cada año.

Asimismo, señalaron que a lo largo del año se anticipa que el efecto de estos incrementos en precios sobre la inflación se verá contrarrestado por incrementos de menor magnitud en los precios de otros bienes y servicios, de manera que la inflación general muestre una tendencia a la baja. En la minuta se menciona que uno de los integrantes de la junta de gobierno señaló que los pronósticos de inflación para 2011 y 2012 se han revisado a la baja respecto de los que se tenían en la reunión de noviembre de 2010.

Entre los factores que sustentan la previsión de que la inflación continúe disminuyendo en 2011 se mencionaron: el desvanecimiento del impacto inflacionario de las medidas tributarias y los ajustes a los precios y tarifas públicos a principios de 2010; los menores aumentos esperados en los precios de los servicios turísticos; el efecto favorable que se espera pueda tener la reciente negociación del incremento al salario mínimo sobre los incrementos de los salarios contractuales; y la apreciación de la moneda nacional.