Zacatecas, Zac., 2 de febrero. La capital de Zacatecas y el municipio conurbado de Guadalupe amanecieron hoy como localidades fantasma con comercios, empresas y escuelas públicas y privadas cerrados después de las balaceras y narcobloqueos ocurridos la noche del martes.

La nueva advertencia de presuntos criminales, lanzada este miércoles desde temprana hora mediante las redes sociales de Twitter y Facebook, de que se producirían otros enfrentamientos y cierres viales, provocó el estado de pánico y sicosis entre la población.

Sobre el mediodía, el procurador de Justicia estatal, Arturo Nahle García, y el vocero del gobierno, Mario Caballero Ramírez, rechazaron las amenazas de los delincuentes.

El pasado martes aparecieron dos cartulinas con mensajes en los que se recomendaba a la población resguardarse temprano, porque en las próximas horas ocurrirían balaceras, pero Caballero negó dichos mensajes.

Pero durante la noche, tiroteos y narcobloqueos rompieron la tranquilidad en la zona conurbada, mientras miles de personas estaban en las calles.

A las 12.30 de este miércoles, vecinos del fraccionamiento Bonaterra (donde se ubica la residencia del gobernador Miguel Alonso Reyes, quien está de gira por Japón) fueron testigos de un tiroteo entre militares y un comando en la avenida Francisco García Salinas. Sin embargo, el gobierno de Zacatecas negó los hechos.

Mientras, cerca de la Facultad de Odontología de la Universidad Autónoma de Zacatecas, en el municipio de Guadalupe, grupos rivales de pistoleros se enfrentaron y dejaron abandonada una camioneta baleada en la colonia Lomas del Consuelo. Las dos refriegas y la colocación de nuevas narcomantas terminaron por desbordar la sicosis que comenzó la noche anterior.

En ese contexto de miedo, a pesar de que Francisco Javier Domínguez, rector de la UAZ, y Marco Vinicio Flores, secretario de Educación estatal, hicieron llamados a los padres y a la comunidad estudiantil para que acudieran a clases normalmente, prácticamente todas las escuelas públicas y privadas, así como instituciones de educación básica y media superior suspendieron todas sus actividades.

El alcalde de Guadalupe, Rafael Flores, canceló la audiencia pública que regularmente realiza para atender peticiones y demandas directas de la población, ante la amenaza de que la presidencia municipal fuera atacada por sicarios.

Durante la mañana, el procurador de Justicia, Arturo Nahle, informó que un comando armado había irrumpido en el hospital regional del municipio Fresnillo para rescatar a un herido de bala. Sin embargo, por la noche lo desmintió, al asegurar que ya acudieron al lugar agentes investigadores y el Ministerio Público y confirmamos que no ocurrió tal cosa.

Por la noche, policías estatales y federales, así como militares, patrullaban la capital y el municipio conurbado de Guadalupe, las cuales se veían como localidades fantasma.

Saldo rojo

El procurador Nahle confirmó que el saldo de las balaceras del martes fue un agente estatal muerto, identificado como el teniente coronel Óscar Fletes, y cinco efectivos de la corporación lesionados. También falleció un presunto sicario. Tres civiles, entre ellos un niño, resultaron heridos en el fuego cruzado. El funcionario desmintió que cuatro escoltas del gobernador hubieran sido levantados.

A su vez, Mario Caballero Ramírez, vocero del gobierno estatal, acusó a Juan Carlos Flores, quien fungió como portavoz de la gobernadora Amalia García en la ciudad de México, de lanzar a través de las redes sociales falsas alarmas de nuevos tiroteos y narcobloqueos.