Jueves 3 de febrero de 2011, p. 3
El Cairo. Egipcios que exigen la renuncia del presidente Hosni Mubarak y mantenían sus posiciones en la plaza cairota Tahrir, tras la violenta represión de las huestes presidenciales, que ayer dejaron tres muertos y mil 500 heridos, eran blanco este jueves por la madrugada de disparos de grueso calibre lanzados por partidarios del gobernante.
Al cierre de esta edición, la televisora Al Arabiya dio cuenta, al citar a un médico en el lugar, que otras cuatro personas perdieron la vida y 13 más fueron heridas durante la agresión ocurrida esta madrugada.
Horas antes, el Ministerio de Salud egipcio cifró en un muerto y 600 personas heridas el saldo de los violentos choques ocurridos durante la jornada del miércoles.
Un muerto y 403 heridos, reportó la televisora Al Arabiya, mientras que la agencia de noticias Afp refirió que fueron tres muertos y 639 heridos.
La cadena qatarí Al Jazeera, que transmite en vivo, cerró el balance de víctimas en tres muertos y mil 500 heridos.
Algunos analistas juzgaron la violenta batalla campal desatada en la plaza Tahrir como una iniciativa del mandatario egipcio para acabar con nueve días de protestas que piden su dimisión
.
La cadena qatarí subrayó que extrañamente
el acceso ayer a la plaza Tahrir, a los 4 mil defensores de Mubarak, no fue impedida por el ejército.
Más aún, testigos aseguran que durante el intercambio de disparos entre manifestantes pro Mubarak, la madrugada de este jueves, el ejército no interfirió para proteger a los opositores que resistían en la plaza.
Mohamed El Baradei, premio Nobel de la Paz, calificó de truco
la última iniciativa de Mubarak, quien lleva 30 años en el poder, de no presentarse a la relección, al tiempo que la Hermandad Musulmana, principal fuerza de oposición, reiteró que el pueblo rechaza todas las medidas parciales propuestas por el jefe del régimen (Mubarak) y no acepta más alternativa que su partida
.
Omar Suleiman, recién nombrado vicepresidente, condicionó cualquir diálogo con la oposición a que los manifestantes regresen a sus casas.
El periodista Anderson Cooper, de la cadena estadunidense CNN, agredido por partidarios de Mubarak ayer junto a su equipo, adelantó esta madrugada que el Departamento de Estado de Estados Unidos pidió a todos sus ciudadanos salir de Egipto de inmediato.
Horas antes de que los choques en la plaza Tahrir ocurrieran, El Cairo y Alejandría recuperaban el acceso a Internet.
El ejército, que hace tres días declaró que las demandas de los manifestantes eran legítimas
, pidió –en la televisión local– a los inconformes despejar las calles, y apeló el regreso a la normalidad
. Menos de dos horas después, la plaza Tahrir, epicentro de las protestas de la última semana, se tornó un campo de batalla.