Las condiciones impuestas por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para la construcción de la supervía son ingenuas, pues no garantizan que se detenga la urbanización, con el consecuente daño ecológico para la región, expusieron defensores ambientalistas a propósito de las declaraciones vertidas ayer por el titular de la dependencia al defender el permiso otorgado para la realización del proyecto carretero.

Juan Carlos Arjona, del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), aseguró que frente a declaraciones donde se enaltece un proyecto del Gobierno del Distrito Federal, donde no ha habido procesos de consulta a la población ni transparencia en la información, la postura es que no estamos dispuestos a tomar a pie juntillas esa propuesta.

Arjona, quien es director del Programa de Defensa de Derechos Humanos y Recursos Naturales del Cemda, insistió en que el proyecto ameritaba una consulta.

Por separado, Miguel Valencia, director de Ecomunidades, señaló que las autoridades de la Semarnat quieren dar la apariencia de que se ponen muy duros, pero no efectúan la suspensión que se esperaría y no quieren echarse la soga al cuello por la gran cantidad de obras que hace el gobierno federal con efectos parecidos. Es una cortina de humo, un simple acomodo político que no va a tener ningún efecto. Para el ecologista, será inevitable que la supervía refuerce el crecimiento de la mancha urbana aledaña.

Por otra parte, la asociación El Poder del Consumidor aseguró que la afirmación del gobierno capitalino de que la mayoría de los ciudadanos están a favor de la supervía, es falsa, pues el resultado de una encuesta aplicada a 2 mil 500 personas, por dicha organización, refiere que únicamente 6 por ciento considera que la construcción de la vía de cuota le generará algún beneficio.