Hace unos días en el América había tensión tras los malos resultados con los que inició el torneo. Con un debut desastroso contra Pachuca, que fue censurado por la afición del estadio Azteca, más tarde arañaron un empate de último minuto ante Jaguares, para que luego Tigres los derrotara otra vez en Santa Úrsula. La cabeza del técnico Manuel Lapuente cayó. En ese ambiente, bajo las órdenes de Carlos Reinoso, acudieron a Jalisco para enfrentar al líder Atlas. Las Águilas ganaron y un ánimo distinto parece que contagió al plantel.

El día soleado en las instalaciones de Coapa contribuye: los jugadores transmiten más serenidad durante el entrenamiento. Hubo una transformación, cuenta el defensa Óscar Kevin Rojas, que influye en otra actitud, más orden en las líneas del equipo, una voluntad de sacrificio... pero, sobre todo –recalca–, es la actitud. Lo importante es que ganamos un partido al líder del torneo, luego de que nuestro equipo no ganaba.

Todo gracias a la figura inspiradora de un emblema americanista, Carlos Reinoso, quien ha llegado para modificar la mentalidad, devolverles el sentido de vestir esa camiseta y buscar nuevas posiciones para los jugadores acostumbrados a alinear siempre en un mismo puesto, revela Kevin.

Vimos el video y nos damos cuenta de que el equipo corrió todo el partido, trató de jugar y mantener la pelota, señala el defensa. Ahora se juntaron varias cosas para que las jugadas terminaran en gol.

La diferencia con Reinoso, explica Rojas, es que es un verdadero americanista, ciento por ciento, y eso se los ha inculcado. Nos ha hecho saber lo que significa ser del América. No quiero decir que Lapuente no lo hiciera, pero yo, que soy de casa, puedo decir que Reinoso nos lo hacía saber siempre, afirma.

El entrenador chileno, además, les ha insistido que el equipo debe jugar más al frente, mordiendo la cancha enemiga, que esa es su vocación. Obviamente, sin descuidar las líneas de atrás, aclara el jugador.

Luego de esta victoria contra los rojinegros, los de Coapa recuperan el aliento y ahora ven con otra disposición el compromiso del miércoles contra Gladiadores, rival de grupo, frente al que están en desventaja por cuatro puntos.

“Sabemos que San Luis será complicado, porque es un equipo con un esquema bien definido y que ha jugado muy bien desde que está Nacho Ambriz.”

Tras dos derrotas en casa –comenta– esta es la oportunidad de reivindicarse como equipo, pero sobre todo ante la afición, que se mantiene fiel pese a los escasos resultados.

Dice que parte de las modificaciones que Reinoso aplicó a la escuadra alcanzaron, incluso, el puesto tradicional de los jugadores, ha invertido perfiles.

Son posiciones que nos encuentra a cada uno; si él lo quiere así, hay que hacerlo. Nos sentimos bastante bien, indica. El equipo parece que recuperó la serenidad, esto puede ser el despegue del América, agrega Rojas.