Cultura
Ver día anteriorMartes 1º de febrero de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Lleva a escena una adaptación de su obra 2010: ni Independencia, ni Revolución

Nada hay que celebrar si los indígenas siempre pierden: Rius

Nunca me había tocado la suerte de que un libro mío se convirtiera en obra de teatro, dice el caricaturista

En el montaje se oyen más fuerte las mentadas, recobran nueva categoría

Foto
Eduardo del Río, Rius (al centro y en primer plano), durante el estreno del montaje, el domingo pasado, en el foro teatral de la Biblioteca de México, en la Plaza de CiudadelaFoto María Luisa Severiano
Foto
Eduardo del Río, Rius (al centro y en primer plano), durante el estreno del montaje, el domingo pasado, en el foro teatral de la Biblioteca de México, en la Plaza de CiudadelaFoto María Luisa Severiano
 
Periódico La Jornada
Martes 1º de febrero de 2011, p. 4

¿Por qué vivimos en un país que todavía no acaba de organizarse para beneficio de todos?, ¿por qué parecemos condenados a vivir en un eterno subdesarrollo, no sólo material sino también espiritual?, ¿por qué somos campeones mundiales en corrupción, desnutrición e ignorancia?, ¿por qué sigue existiendo entre nosotros la barrera que durante siglos ha separado a los mexicanos blancos de un lado y los mestizos del otro?, ¿por qué los mexicanos somos como somos?

Las interrogantes anteriores hallan respuestas mediante el humor negro y crítico que distingue al caricaturista Eduardo del Río, Rius, en la puesta en escena que es una adaptación de su más reciente libro, 2010: ni Independencia, ni Revolución.

Con la dirección de Sandra Félix, personajes históricos y viñetas del reconocido caricaturista mexicano cobran vida en el montaje que se presenta los domingos en el foro teatral de la Biblioteca de México, ubicado en la Plaza de la Ciudadela.

Se trata de un viaje ameno, dinámico y humorístico por la historia de México desde la época prehispánica, pasando por la conquista, el virreinato o la colonia hasta la Independencia, la Revolución y la actual situación que vive México, sin que se respeten y firmen los acuerdos de San Andrés. Periodos todos en los que aquellos que se han hecho del poder a lo largo de los años siempre han dejado al margen a los indígenas. Los indios. Los jodidos de siempre. Acostumbrados a seguir haciéndola de extras de todas las películas.

Ideario incumplido

La idea es proponer una reflexión crítica sobre por qué somos como somos, por qué estamos como estamos, tan desunidos, y por qué aún hoy día existe una tremenda injusticia y un abuso de poder que se repite a lo largo de nuestra historia, expresó Sandra Félix.

Es una obra que lo mismo habla de nuestra historia que de nuestro presente. En ella, entre otras cuestiones, se llama la atención sobre los que hoy se encuentran en el poder y que convocaron a celebrar dichas efemérides.

En voz de los personajes-narradores se escucha: “Extrañísimo es que quienes invitaron al festejo del bicentenario hayan sido, oh paradoja, los mismos que mataron, torturaron, vejaron y excomulgaron a los padres de la Independencia: a Hidalgo y a Morelos; son los mismos que mataron sin ruborizarse a (Francisco) Villa y (Emiliano) Zapata.

Y cuáles fueron los famosísimos ideales de la Revolución Mexicana: Sufragio efectivo, no relección, Tierra y Libertad, Obreros y Campesinos al poder. A cien años de distancia, ¿alguno se habrá cumplido?

Volanteo del caricaturista

El montaje de 2010: ni Independencia, ni Revolución se estrenó este domingo con la asistencia de Rius, quien reconoció el trabajo escénico como una agradable sorpresa y distribuyó volantes de la campaña ¡Basta de sangre!

En algunas ocasiones han hecho obras de teatro o cine con mis historietas, pero nunca me había tocado la suerte que un libro mío se volviera obra de teatro. En este montaje agarra mucha fuerza lo que se dice en el libro, se oyen más fuerte las mentadas, recobran nueva categoría, creo que lo han hecho muy bien, comentó el dibujante.

Es un libro que tiene un final un poco triste, porque vemos que hace más de 500 años los que pierden siempre son los indios, como si estuvieran predestinados a jugar un rol como de extras en las películas. En el libro cuestiono que no hay nada que celebrar, con qué cara celebrar la Independencia y la Revolución Mexicana si los indios siguen igual de jodidos que antes. Me sorprendió que en el montaje, aun cuando es una adaptación, no dejaron fuera ningún elemento importante.

Con escenografía, iluminación y concepto visual de Philippe Amand, música original del grupo El Gabinete, versión teatral de Sare Moreno y Sandra Félix, y un elenco integrado por los alumnos del Taller de Teatro de la Biblioteca de México, el montaje de 2010: ni Independencia, ni Revolución, se presenta los domingos, a las 13 horas, en Plaza de la Ciudadela 6, Metro Balderas, Centro Histórico. Entrada gratuita.