Valerse de la cultura y la educación artística como vehículos para contrarrestar el clima de barbarie y la descomposición social que prevalecen en México es el llamado que hizo al gobierno federal el compositor y director de orquesta Francisco Núñez, quien anoche recibió la Medalla Mozart en Jalapa, Veracruz.

En entrevista previa a la ceremonia, en la que tres personalidades más del ámbito sonoro mexicano recibieron ese galardón, el también pedagogo y promotor cultural michoacano (La Piedad, 1945) aludió a Venezuela como ejemplo de la incidencia y los alcances positivos que la cultura y las artes pueden lograr en términos de reconstitución del tejido social.

En específico se refirió al Sistema Nacional de las Orquestas Juveniles e Infantiles de esa nación sudamericana, que tan buenos dividendos en términos sociales y artísticos ha reportado a la misma y por el que, entre otros reconocimientos internacionales, recibió en 2008 el Premio Príncipe de Asturias de las Artes.

Sólo el conocimiento nos puede hacer libres e independientes, y nada mejor nos puede caer ahora con la situación de país. Sin duda, la educación y el conocimiento pueden ayudarnos a liberarnos de la descomposición social que tenemos, subrayó.

La educación artística es un vehículo que en Venezuela ha dado resultados positivos indiscutibles, algo que debemos tener presente, pues ese país ha tenido y tiene problemas similares a los nuestros, y en México estamos a punto de irnos al barranco.

Impulsor en los hechos

Conferida por la Academia del mismo nombre, la Medalla Mozart le fue entregada a Francisco Núñez como reconocimiento a su labor como compositor. En tanto, la soprano Maritza Alemán la recibió en la categoría de Mérito y trayectoria; la pianista María Teresa Rodríguez, en la de Intérprete, y el docente Mauro Delgado, en la de Promoción, preservación y difusión de la música académica.

El acto tuvo lugar en el Teatro del Estado, ubicado en la capital veracruzana, donde la Orquesta Sinfónica de Jalapa ofreció un concierto de gala, bajo la dirección de su titular, Fernando Lozano, como parte del programa.

Francisco Núñez estuvo seis años al frente de la Escuela Superior de Música del Instituto Nacional de Bellas Artes, y fundó, en 1995, el Centro de Creación Musical en Querétaro, que a la fecha dirigeFoto María Luisa Severiano

La educación, en particular la de tipo artística, ha sido la principal bandera que Francisco Núñez ha enarbolado a lo largo de su extensa trayectoria profesional. De ello son ejemplo sus seis años al frente de la Escuela Superior de Música del Instituto Nacional de Bellas Artes (1977-1983), así como la fundación, en 1995, del Centro de Creación Musical en Querétaro, que hasta la fecha dirige.

Más aún, fue ése el principal motivo que lo impulsó a contender por la gubernatura queretana en las elecciones de 2009, abanderado por el Partido del Trabajo.

La educación es lo único que nos puede sacar adelante. Siempre he creído en ello y toda mi vida esa ha sido mi principal batalla. Me pesa que este gobierno no vea así las cosas y no dé lo mínimo a lo que está obligado. Es momento de tener mucho cuidado, subrayó.

“¿Cómo vamos a enfrentar los graves problemas que tenemos, los 34 mil muertos de esta guerra contra el narco, la descomposición de los jóvenes? El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (José Narro) ya advirtió cómo los ninis, esos jóvenes que ni estudian ni trabajan, son caldo de cultivo para la descomposición social.”

Involucrar a todos los sectores

El compositor mencionó el proyecto musical venezolano y recordó que en México existe su equivalente desde hace poco más de 30 años (el Sistema Nacional de Coros y Orquestas Infantiles y Juveniles), el cual, a su parecer, se debilitó a los pocos años de operar.

Consideró que aún es buen tiempo de llamar a cuentas a los diversos sectores de la sociedad para emprender un esfuerzo conjunto en busca de la recuperación social, entre otros aspectos, mediante la cultura y la educación artística.

Tras aceptar que su condición de artista está sustentada en mucho por sus convicciones y posiciones políticas, como ocurría con su amigo y compadre el fallecido escritor y tenor Carlos Montemayor, para cerrar la plática Francisco Núñez citó a Robert Schumann, quien sostenía que un pianista que únicamente se preocupa por ser tal, siempre será un pésimo pianista.