No me van a amedrentar, aclara la activista
Sábado 29 de enero de 2011, p. 34
El Gobierno del Distrito Federal (GDF) “utiliza permanentemente un doble lenguaje: por un lado, asegura estar dispuesto a dialogar y, por el otro, se dedica a difamar a los integrantes del Frente Amplio en contra de la Supervía Poniente y a dividir a las comunidades. Lo que les irrita enormemente es la solidaridad, porque toda su estrategia ha sido destruir y romper los lazos comunitarios”, aseguró Cristina Barros.
En entrevista señaló que si el objetivo de las mantas era intimidarla, no tuvieron éxito. Explicó que las autoridades locales no quieren atender
la recomendación 1/2011 de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal y, en cambio, se mantienen en una línea anticuada y absurda
de hostigar a quienes consideran, con bases y fundamentos, que la supervía no es una solución al problema de movilidad en el sur-poniente de la ciudad.
Un compañero de las organizaciones que nos apoyan, en alguna ocasión, dijo que el GDF está dando soluciones viales de los años 50 y recurre a estrategias políticas de la misma época. Vamos hacía atrás, a tiempos ya superados
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La colaboradora de La Jornada indicó que la campaña de las mantas
no es un hecho aislado, ya que estuvo antecedida por las declaraciones de un funcionario adscrito a la Secretaría de Gobierno, en las que se dedicó a difamar a algunos de los integrantes del Frente Amplio.
“El domingo pasado se publicaron unas declaraciones del coordinador de proyectos especiales. En ellas se refirió a Rafael Martínez, y aquí lo cito textualmente, como ‘un cuate muy agresivo, que si te ve en la calle te falta al respeto’. También mencionó a otros compañeros: ‘está la monja, Barros y su marido, un ecologista de la Miguel Hidalgo, Martínez y el abogado’. Obviamente hay una intención de atacar a las personas que integramos el frente. Hay una campaña de difamación”.
Cristina Barros advirtió: El gobierno se ha dedicado a azuzar y a dividir. Nos confronta con las personas que obtuvieron 22 mil firmas, nos enfrenta contra vecinos de otras colonias. Eso es lo que me preocupa. Yo estoy tranquila. Participo en un lucha ética y moral. Cuando doy un paso como éste sé la responsabilidad que asumo. Lo que me preocupa es la actitud del gobierno. No se detiene ante nada. No actúa con la razón. Abusa del poder de mala manera
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Enfatizó: La recomendación de la CDHDF debe tenerlos muy preocupados. Se han evidenciado problemas legales muy fuertes. En la lógica de las autoridades no se alcanza a comprender porque vecinos de San Jerónimo y de otras colonias de la ciudad apoyen a los colonos de La Malinche de forma solidaria y corresponsable. Los afectados no son únicamente los expropiados directos, en materia ambiental somos todos los habitantes de la ciudad y este es un movimiento mucho más amplio y fuerte de lo que creen en el GDF
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