San Cristóbal de las Casas, Chis., 27 de enero. El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas (Centro Frayba) hizo entrega del reconocimiento jTatic Samuel jCanan Lum (cuidador de los pueblos) a colectivos y comunidades que trabajan con el pueblo pobre y excluido.

En el acto, el obispo de Saltillo, Raúl Vera, dijo que “el espíritu que animó a Tatic Samuel se quedó entre nosotros”, y lo comparó con Martin Luther King, tras cuya muerte todo siguió funcionando en la lucha por los derechos civiles en su país.

El reconocimiento fue entregado al Comité de Derechos Humanos Oralia Morales, por su defensa de la tierra y las garantías de los pueblos contra las mineras en la frontera del estado; Xi’Nich, organización “que lleva la experiencia y resistencia de los pueblos ch’ol y tzeltal”; Regina López Sánchez, quien desde las comunidades y en el Centro de Derechos Humanos Fray Pedro Lorenzo de la Nada (Ocosingo) lleva la voz de las mujeres.

También se distinguió a la comunidad tzeltal San Salvador, ejemplo de reconciliación entre hermanos de diversas religiones y organizaciones, y al Pueblo Creyente, base real de la diócesis de San Cristóbal.

Al presentar a los galardonados, Felipe Toussaint, cercano colaborador de Ruiz García, expresó: “No es bueno que se cierre el camino de liberación trazado por el Tatic”. Sostuvo que la transformación de los pueblos ya se está dando, pues la mentalidad de muchos ha cambiado para trabajar por una sociedad nueva.

Por su parte, como una repercusión más del fallecimiento del obispo Ruiz García, diversos colectivos de mujeres de los Altos expresaron hoy su descontento por el carácter oficial y excluyente de las exequias, en un mensaje a su querido compañero, amigo y pastor: Hemos vivido con mucho dolor tu muerte, pero también con mucha consternación asistimos a las ceremonias en la Catedral de San Cristóbal y la Plaza de la Paz.

Recuerdan: Vivimos contigo tu obra pastoral de largas luchas y sólidas construcciones de las estructuras de tu Iglesia autóctona y las organizaciones populares y civiles. Qué lejos estábamos de pensar que tu féretro iba a ser sostenido por el gobernador y su equipo en tu entrada a la Catedral. Quién hubiera pensado que la policía, de acuerdo con la jerarquía eclesial, sería la encargada de controlar e impedir la movilización de tu pueblo dolido. Jamás imaginamos a las instituciones gubernamentales atendiendo a los dolientes como si fuesen los deudos directos.

Haciendo eco a la inconformidad de otros sectores no oficialistas, las mujeres organizadas apuntan: Nos quedamos sin espacio ni forma de expresarnos colectivamente en congruencia con nuestros posicionamientos y la realidad de explotación, despojo, represión y desprecio que seguimos viviendo.

Las organizaciones señalan al Tatic el desplazamiento de las estructuras que creaste, el ocultamiento de tus verdaderas posiciones, que siempre fueron de una claridad meridiana. Para ellas, la forma en que se condujeron las ceremonias y el uso de la imagen del Tatic significaron una contradicción a tu obra y tu palabra, un pisotear tu verdadero camino y tus sueños de una Iglesia india de los pobres, excluidos y organizados.

Consideran que la presencia institucional y militar impidió que te expresáramos nuestra voz colectiva, pues hablar en ese contexto representaba una manera de legitimar a quienes te atacaron y siguen tratando de exterminar la lucha de los pueblos indígenas y de las organizaciones sociales y civiles. Sin embargo, concluyen, de lo que no podrán despojarnos es del compromiso de seguir caminando contigo hasta alcanzar nuestra liberación como mujeres y como pueblos.

Firman el mensaje el Centro de Derechos de la Mujer, Colectivo Feminista Mercedes Olivera, Kinal Antsetik, Jolom Mayaetik, Colem, Colectivo de Em- pleadas Domésticas de los Altos y Brigada Feminista por la Autonomía, entre otros.