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Economía Moral

Townsend y el futuro de la investigación sobre pobreza en Gran Bretaña

Mi polémica con el Grupo Bristol, herederos de Townsend

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n noviembre de 2009 se realizó en Londres la primera Conferencia en Memoria de Peter Townsend. La semana pasada se celebró en Bristol (Reino Unido) la segunda. Me ha tocado participar en ambas y jugar en ellas un papel singular, de crítico venido del tercer mundo. En el texto que leí en el primer homenaje presenté una crítica al enfoque de investigación aplicado por el Grupo Bristol (herederos de Townsend). Recordé que Townsend luchó durante su larga y fructífera vida, en la academia, en la política y en la sociedad civil, por la superación de la pobreza, y que un aspecto de esta lucha estuvo dirigida contra el minimalismo en la identificación de la pobreza que se expresa a través de umbrales (que separan ricos de pobres o satisfechos de insatisfechos) muy bajos en todas las dimensiones y mediante la introducción de criterios de pobreza que disminuyen la incidencia (medida) de la pobreza. Plantee la pregunta de si el Grupo Bristol con el que trabajó Townsend en las últimas décadas de su vida (centrado en la Universidad de Bristol con una red que incluye varias universidades más) y en el que destacan David Gordon (la cabeza del grupo), Jonathan Bradshaw, Ruth Levitas, Joanna Mack y Christina Pantazis, está también contra el minimalismo.

Indiqué que, en mi opinión, el criterio de pobreza que identifica como tales sólo a los que son pobres tanto por ingresos como por carencias identificadas de manera directa (o Necesidades Básicas Insatisfechas), o criterio de intersección de los conjuntos, que el Grupo Bristol utiliza (y ha adoptado en México el Coneval), va en contra de la lucha de Townsend contra el minimalismo, puesto que al buscar minimizar los errores de inclusión (considerar pobre a alguien que no lo es) maximiza los errores de exclusión (considerar no pobre a un pobre), reduce el número de pobres. Por ello les propuse remplazar el criterio de intersección por uno basado en el promedio ponderado de los puntajes del hogar en cada una de las dimensiones. Es el criterio más equilibrado, ya que evita irse al extremo opuesto de maximizar la pobreza, como ocurre con el criterio de unión de los conjuntos en el que, para ser pobre, basta serlo en alguna de las dimensiones. Afirmé que Townsend no logró operacionalizar adecuadamente su concepto de pobreza relativa (su más grande aportación conceptual y parte central de su lucha contra el minimalismo) lo que ha llevado a la adopción generalizada en Europa de líneas de pobreza (LP) totalmente relativistas (que se definen como el 50 o 60 por ciento de la media o la mediana del ingreso de los hogares). Esta forma de fijar la LP, les pronostiqué, generará resultados absurdos en la crisis, pues puede producir durante ella la baja de la pobreza, lo que se confirmó de manera tajante con los datos presentados en la segunda conferencia. El Grupo Bristol usa a veces este tipo de LP pero su cálculo central (al que no me referí en aquella ocasión) lo hacen con lo que Townsend llamó la Línea de Pobreza Objetiva, que se deriva mediante un procedimiento estadístico (análisis discriminante) de las carencias observadas y su relación con el ingreso. Para el cálculo de la LP, les propuse adoptar el enfoque de los presupuestos familiares normativos (PF), que se ilustra en el caso de México con la Canasta Normativa de Satisfactores Esenciales de Coplamar y que tiene una enorme tradición en Gran Bretaña, generalizándolo para que incluya el presupuesto público social y no sólo los presupuestos familiares. Por último, señalé que en su práctica de medición el Grupo Bristol ha abandonado el concepto amplio de recursos que manejaba Townsend y que han reducido al ingreso corriente. Les propuse retomar la concepción amplia de Townsend (que incluye activos y acceso a bienes y servicios gratuitos) y rebasarla incluyendo también como recursos el tiempo disponible y las habilidades y conocimientos.

Estas críticas y propuestas, que presenté como necesarias para honrar en los hechos la memoria de Townsend, causaron cierta inquietud y generaron posteriormente un debate por Internet en el cual intervinieron las primeras cuatro personas arriba mencionadas del Grupo Bristol. En el breve debate que siguió no se abordaron todos los puntos. Hubo silencio total sobre el criterio de intersección. Aunque Gordon aceptó la necesidad de ampliar la concepción de recursos utilizada, no precisó si esa ampliación equivaldría a volver a la de Townsend o a ir más allá para incorporar tiempo y habilidades. Sobre el enfoque de PF hubo una interesante discusión en la cual Gordon expresó su escepticismo que éstos sean el mejor camino para estimar la LP. Además, argumentó en contra de mi explicación sobre el por qué Townsend rechazó este enfoque: porque los identificó con el enfoque minimalista de Rowntree (el fundador de la práctica de medir la pobreza), según el cual la pobreza habría casi desaparecido en Gran Bretaña de la segunda posguerra. Gordon contra-argumenta con una cita que, en realidad, Townsend habría rechazado el enfoque por las muchas decisiones arbitrarias que supone. Por su parte, Levitas argumenta que el enfoque del Grupo Bristol es mejor que el de PF porque tiene apoyo público al basarse en encuestas de opinión sobre lo que es necesario, lo que ignora que Bradshaw ha estado usando también encuestas de opinión como insumo para definir los PF. El propio Bradshaw, el más destacado especialista británico en el tema, respondió de manera contundente: “el ‘problema’ del enfoque de presupuestos familiares es que revela la arbitrariedad al ser transparente, mientras la arbitrariedad de otros enfoques queda oculta. Al menos los juicios hechos en los PF nos permiten argumentar sobre lo que es necesario”.

En la segunda conferencia señalé que los demás procedimientos para definir la LP (incluido el estadístico) conllevan trabajar con una caja negra cuyos contenidos desconocemos parcial o totalmente, y que no hay nada más arbitrario que la ignorancia. Bradshaw argumentó, paradójicamente, que Nuestra experiencia es que los gobiernos en el Reino Unido no han aceptado los PF que hemos producido en los últimos 20 años para fijar los umbrales de pobreza. (Esto podría tener que ver con el hecho de que se situaban por arriba del umbral de pobreza de ingresos que se venía usando). Así que no pienso que sea sabio empujar los PF aquí. La primera observación que le hice a Bradshaw es si el mundo académico es o no una entidad distinta que el gobierno. La segunda, es que los investigadores en el Reino Unido no han usado los PF para medir pobreza y no han insistido en esa línea para generar una respuesta pública.

El Grupo Bristol ha recibido un enorme apoyo financiero para realizar un amplísimo proyecto de investigación sobre la pobreza y la exclusión social en el Reino Unido. Fue como parte del proyecto que se organizó la segunda conferencia y la primera reunión del grupo asesor internacional (al que pertenezco). Mis opiniones no llegaron ahora en buen momento porque ya casi todo está listo para volver a hacer (de manera ampliada) lo que hicieron hace una década con la Encuesta del Milenio. Sin embargo, hubo receptividad para algunas propuestas como veremos.