El blindaje económico contratado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) le ha costado a México 280 millones de dólares y, aún sin usarlo, tendrá que pagar todavía otros 432 millones durante los dos años que dura el plazo para utilizar los 72 mil millones, que están a disposición del gobierno mexicano para hacer frente a eventuales choques financieros.

El costo es de 0.3 por ciento en términos anuales. Cuando se desembolse se convertirá en un crédito a mediano plazo bajo las condiciones del FMI, reveló el subsecretario de Hacienda y Crédito Público, Gerardo Rodríguez Regordosa.

Acompañado del titular de la Unidad de Crédito Público, Alejandro Díaz de León, Rodríguez Regordosa explicó que la contratación de esta línea de crédito flexible con el FMI forma parte de una política preventiva, prudente, de manejo macroeconómico en un contexto mundial que mantiene algunos factores de incertidumbre que implican riesgos que podrían materializarse.

Durante una reunión informal, el funcionario aseguró que la ascendente participación de inversionistas extranjeros en la deuda interna del gobierno federal es una consecuencia del desarrollo de los mercados mexicanos, en tanto que el comportamiento del tipo de cambio, que ayer cerró en 12.0345 pesos por dólar, muestra la dinámica positiva de la actividad económica de México.

Sobre el ingreso continuo de dólares de inversionistas extranjeros destinados a la compra de bonos de la deuda interna gubernamental, Gerardo Rodríguez afirmó que están dadas las condiciones para que la economía mexicana absorba esos flujos sin generar distorsiones. Dijo que México se ha beneficiado de este contexto de apertura financiera.

Según informes del Banco de México, la participación de inversionistas extranjeros en la posesión de bonos emitidos por el gobierno federal asciende a más de 641 mil millones de pesos. Sólo durante enero de este año ingresaron casi 4 mil millones de dólares, unos 50 mil millones de pesos, para comprar valores de la deuda interna gubernamental. Esos recursos fueron colocados en la reserva internacional de divisas del país, la cual asciende a 117 mil 565 millones de dólares, y han sido un factor de apreciación del peso en su paridad con la divisa estadunidense.

El subsecretario de Hacienda aseguró que la inversión extranjera en bonos de la deuda interna del gobierno federal alcanza niveles de entre 18 y 19 por ciento respecto al total y se ha dado en un contexto muy ordenado de desarrollo del mercado.

Apuntó que la inversión en el mercado local mexicano es parte de una estrategia global de colocación en mercados emergentes y agregó: no vemos la participación de extranjeros como un factor de riesgo en el mercado de bonos gubernamentales. En este contexto manifestó que se trata de inversionistas de largo plazo y de manos firmes.

Sobre las condiciones que, en su opinión, alejan la posibilidad de que una salida intempestiva de las inversiones de extranjeros en bonos del gobierno pudieran generar desequilibrios si cambian las condiciones en el terreno financiero internacional, Rodríguez Regordosa enumeró cuatro: estabilidad macroeconómica con finanzas públicas sanas; una inflación ubicada en niveles similares a la de Estados Unidos; una banca fuerte con elevados índices de capitalización, y disponibilidad de ahorro institucional a través de las sociedades de inversión especializadas en fondos para el retiro (siefore).