La exposición Caligrafías urbanas: 10 x 10, que incluye 106 serigrafías tamaño carta, será inaugurada hoy a las 20 horas en el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO).

Antes se mostró en el Museo de la Ciudad de México y es el resultado del proyecto realizado con la Secretaría de Cultura del Gobierno del Distrito Federal, mediante su programa Peatonal, y el Centro Cultural La Curtiduría, en que un centenar de artistas usaron como soporte para su obra los parabuses de la ciudad de México. También crearon obras gráficas para una caja de artista, cuyos trabajos se exhibirán en el IAGO.

Antes de la apertura platicarán del proyecto Samuel Mesinas, de Peatonal; el curador Santiago Espinosa de los Monteros; los artistas participantes César Martínez, Berenice Torres y Gina Iturbe; Mónica Villegas, de La Curtiduría, y Guillermo Fricke, director del IAGO.

Las instancias organizadoras del proyecto donaron al IAGO una caja de artista con la totalidad de las serigrafías, entonces Fricke pensó que “sería interesante mostrar en Oaxaca –por ser un centro de gráfica– la visión de 100 artistas sobre la ciudad de México”.

Fricke apuntó que más adelante existe la posibilidad de hacer un proyecto así en Oaxaca, con la finalidad de abrir una nueva ventana a los artistas.

Hibridación de lenguajes

Proyectada originalmente en el contexto de los festejos por el centenario de la Revolución, para Caligrafías urbanas fueron invitados 10 curadores, que a su vez invitaron, cada uno, a l0 artistas o grupos, con la intención de explorar mecanismos de difusión y divulgación acordes a una ciudad masificada e hipermediatizada, escribe Mesinas en el texto de sala.

Los curadores son Espinosa de los Monteros, Fernando Gálvez, Edgardo Ganado Kim, Martín González, Rubén Gutiérrez, Alberto Híjar, Ana Elena Mallet, Mónica Mayer, Peatonal y Mónica Villegas.

A modo de homenaje se imprimió una serigrafía de Helen Escobedo, dos de Daniel Manrique y dos de Mario Rangel Faz, artistas fallecidos en 2010, para su inclusión en la caja.

Mesinas propone que hay que ‘‘subrayar las posibilidades que permiten las imágenes yuxtapuestas que hoy saturan el paisaje urbano, así como considerar el uso de los inmuebles urbanos (parabuses) como soportes de obra ex profeso para significar la vida cotidiana del desplazamiento, y mostrar la gráfica como una poderosa herramienta de comunicación citadina que desarrolla maneras novedosas de intervención y apropiación”.

Demián Flores, artista visual y fundador de La Curtiduría, ha dicho que la gráfica como práctica artística contemporánea es un campo que incorpora al grabado como un medio que se inserta en propuestas estéticas más amplias. Esto ha implicado la hibridación de lenguajes, la implementación de recursos autorreflexivos con respecto al medio gráfico y a su ideología, así como la recuperación de algunos de sus rasgos originales, como la multiplicidad y su carácter de huella.

La primera quincena de febrero, en San Pablo del Monte, Tlaxcala, se realizará un concurso de cometas titulado Caligrafías urbanas al vuelo, que consiste en una convocatoria pública para hacer papalotes que lleven impresas las obras de la caja de artista.