La Asamblea Legislativa y el Gobierno del Distrito Federal respondieron ayer ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) sobre la acción de inconstitucionalidad que la presidenta del PRI nacional, Beatriz Paredes Rangel, presentó en contra del Código de Instituciones y Procedimientos Electorales local, aprobado en diciembre pasado.

El informe presentado, al vencerse el plazo otorgado, contiene las razones y fundamentos tendientes a sostener la validez de las normas generales impugnadas.

La defensa del área jurídica de ambas instancias se centra principalmente en dos puntos: el porcentaje mínimo de 0.2 por ciento de la votación para que un partido pueda obtener su registro a nivel local, y la supuesta injerencia de la ALDF en las decisiones del Instituto Electoral.

Como parte de los argumentos expuestos se señala que en el tema del registro de los partidos políticos y, por ende, de su creación, tanto el legislador federal como el local tienen como tarea fijar las normas y requisitos para su constitución.

Aún más, en el documento de 35 cuartilllas, firmado por el secretario de Gobierno, José Ángel Ávila, en representación del jefe de Gobierno del DF, Marcelo Ebrard Casaubon, se recuerda que ya hay una resolución de la SCJN en la que se otorga la facultad a los Congresos locales para fijar el porcentaje de votación que se requiera para que un partido obtenga el registro en el ámbito local.

En cuanto a la impugnación por las definiciones hechas en la operación y funcionamiento del órgano electoral local, se fundamenta que la Asamblea Legislativa cuenta con facultades para diseñar la estructura del Instituto Electoral del Distrito Federal, en el que su Consejo General nunca deja de ser el órgano supremo de dirección.

Respecto de los días de precampaña, ambas instancias señalan que la ampliación hecha es constitucional. Por el contrario, refuta que aun con las modificaciones, la duración de las campañas para jefe de Gobierno en el Distrito Federal es particularmente corta frente al referente constitucional, lo que representa 33 por ciento menos, y la duración de las precampañas 17 por ciento inferior.