Lunes 24 de enero de 2011, p. 3
Tapachula, Chis., 23 de enero. Las estaciones migratorias de la frontera con Guatemala aseguraron y repatriaron en 2010 a 33 mil indocumentados. La mayoría, de Centro y Sudamérica, pero también de países desde los que se tienen identificadas dos rutas desde el noreste de África y del Medio Oriente: una, que parte de Eritrea y la otra de Irak.
De acuerdo con estadísticas y un mapa del Instituto Nacional de Migración (INM), que muestran la ruta desde esas regiones, en 2010 desde Eritrea, Etiopía y Somalia llegaron a México 324, 123 y 103 ciudadanos de esos países, respectivamente. Mientras que, de Irak, nueve, y de Turquía, uno.
La información, que se proporcionó a diputados de la Comisión de Asuntos Migratorios, refiere que la ruta que inicia en Eritrea, en el mar Rojo, continúa en Etiopía, sigue en Kenia, pasa por Zimbabue y desde ahí los indocumentados viajaron a Brasil, luego a Honduras y Guatemala.
El otro recorrido inicia en Irak, pasa por Siria, continúa en Turquía, de ahí a Grecia y luego Francia, España y después por cualquiera de los siguientes tres países: Venezuela, Ecuador o Colombia. También se bifurca en España, desde donde han partido a Quintana Roo y de ahí al Distrito Federal.
El reporte, que se elaboró a partir de entrevistas con ciudadanos de esos países, incluye el ingreso de una persona de Guyana, tres de Argentina, dos de Bolivia, una de Polonia, tres de Macedonia, una de Rusia, una de Ucrania, una de Liberia y tres de Corea del Norte.
También, 43 ciudadanos de China, dos de Vietnam, 10 de Bangladesh, dos de Nepal y nueve de Sri Lanka, entre otros.
La mayoría, explica la doctora Victoria Vélez, del Centro de atención a migrantes en la estación Talismán, ubicada en la Casa Roja, llega con intención de ser asegurada por el INM, para solicitar asilo.
Aquí, además, el año pasado el instituto otorgó 12 mil 26 formas migratorias para ingreso temporal y que cubre sólo 100 kilómetros desde la frontera a ciudadanos guatemaltecos. Sin embargo, la condición para otorgarlas es tomar el registro de sus dos iris y las huellas digitales, en aparatos que entregó el gobierno de Estados Unidos al de México, como parte de la Iniciativa Mérida.