Lisboa, 23 de enero. El presidente de Portugal, el conservador Anibal Cavaco Silva, fue relegido este domingo con más de 53.1 por ciento de los votos en la primera vuelta de unos comicios marcados por amplia abstención, según resultados oficiales dados a conocer por el Ministerio del Interior sobre el conteo de 99.5 por ciento de las circunscripciones.

El Ministerio del Interior también informó que el abstencionismo llegó a 53 por ciento, lo que constituye una marca para una elección presidencial desde la llegada del país a la democracia en 1974.

Para los analistas, el abstencionismo muestra el nivel de desilusión de los portugueses, sometidos desde comienzos de enero a un tercer plan de austeridad en un año.

El poeta Manuel Alegre, apoyado por el Partido Socialista del primer ministro José Sócrates y por el Bloque de Izquierda, logró el segundo lugar con apenas 19.7 por ciento de votos, delante de Fernando Nobre, titular de la organización no gubernamental portuguesa Asistencia Médica Internacional que logró 14 por ciento.

La relección de Cavaco Silva –del Partido Socialdemócrata (PSD, de centro derecha)–, significa que los electores decidieron no cambiar y optaron por la continuidad y la estabilidad política, declaró el primer ministro.

No obstante, intentó distanciarse de la derrota sufrida por Alegre, al destacar que los portugueses siempre hicieron la diferencia entre elecciones legislativas y presidenciales. En tanto, otorgó su apoyo a Cavaco Silva, al reafirmar el compromiso del gobierno para asegurar una cooperación leal con el presidente electo.

Analistas prevén una cohabitación más complicada entre Sócrates y Cavaco Silva, un economista de 71 años que fue primer ministro entre 1985-1995. Aunque la autoridad del presidente es limitada, puede remover al jefe de gobierno y disolver el Parlamento si cree que hay motivos necesario, y esto podría ocurrir si el gobierno deside pedir ayuda financiera al Fondo Monetario Internacional, o la Unión Europea.

Debido a las medidas de saneamiento de la economía, con aumentos de impuestos y reducciones de los gastos públicos, la economía sufrirá este año una contracción del 1.3 por ciento, según proyecciones del Banco Mundial.

Además de Cavaco Silva, de Alegre y Nobre, otros tres aspirantes menores a la presidencia participaron en la contienda, a la que estaban convocados más de 9.6 millones de electores.