La decisión de aplazar la expedición de cédulas de identidad para adultos obedece no sólo a la falta de acuerdos políticos, sino a que el gobierno no tiene condiciones operativas y tecnológicas para hacer efectiva la entrega y el uso de ese documento a 80 millones de personas mayores de 18 años.

De acuerdo con fuentes consultadas, se necesitará un plazo de cinco a siete años para que la mayoría de instancias del sector público y privado cuenten con lectores de datos biométricos, dado que la principal novedad de la pretendida cédula es el registro de los iris.

Aunque actualmente hay diversas bases de datos de personas, como la afiliación al Instituto Mexicano del Seguro Social o el padrón electoral, el banco informático que pretende alimentar el Registro Nacional de Población (Renapo), dependiente de la Secretaría de Gobernación (SG), será el primero en su tipo.

La secretaría deberá tener listo el mecanismo tecnológico y el andamiaje de recursos humanos y materiales para la correcta toma de fotografía, huellas dactilares e imágenes de iris. No se trata de un equipo ordinario, sino de aparatos especializados con alto potencial de toma, transporte, cifrado, procesamiento y almacenamiento de datos biométricos.

El titular de la SG, José Francisco Blake, confirmó que el lunes arrancan los trabajos para la inscripción de menores al Renapo y la expedición de cédulas para aquellos de cuatro a 17 años de edad.

Sin embargo, del proceso para emitir un documento de identidad para cerca de 80 millones de adultos lo estamos revisando y, seguramente, en el camino iremos resolviendo el tema.

En entrevista al término de un encuentro con el senador Manlio Fabio Beltrones, Blake señaló que mientras lo anterior ocurre, la semana entrante se inician los trabajos en Tijuana, Baja California, una de las seis entidades donde se aplicará la primera etapa de este programa sin precedente.

José Francisco Blake Mora confirmó que el lunes comienzan trabajos para inscripción de menores de edadFoto Francisco Olvera

Estén atentos. La cédula de identidad es un documento importante, al que los adolescentes y menores tienen derecho y es un deber del Estado mexicano, una asignatura pendiente desde hace muchas décadas, en la que el gobierno tiene la obligación de otorgarla de manera gratuita, dijo.

El secretario aseguró que la relación con el Instituto Federal Electoral (IFE) es buena. Yo siempre he pensado que todo ha estado bien por nuestra parte.

El jueves pasado, a través de un oficio, la subsecretaría de Asuntos Jurídicos de la SG informó al IFE que la expedición de la cédula para adultos sería diferida hasta que haya condiciones institucionales, técnicas y financieras.

El reconocimiento anterior tiene que ver con la magnitud de recursos que se requieren para echar a andar un proyecto de esta dimensión.

Tan sólo el IFE, que tiene a su cargo la expedición de la credencial para votar con fotografía (documento al que se le otorgó de manera provisional el rango de identificación oficial) ha invertido –en dos décadas– 2 mil millones de dólares para mantener lo más actualizado posible el padrón electoral. Para conservar tal estructura cuenta con alrededor de mil módulos para tramitar y entregar credenciales a los ciudadanos.

El Renapo tiene un presupuesto para la expedición de cédulas de unos 700 millones de pesos para este año, a fin de concluir el registro, a finales de 2012, de 25.7 millones de menores. A partir del lunes una suerte de caravanas del Renapo irán a planteles educativos de Baja California, Colima, Jalisco, Guanajuato, Nuevo León y Chiapas.