Aunque en la década reciente la producción nacional de maíz blanco y amarillo pasó de 17.5 millones de toneladas a más de 20 millones en promedio al año, hay preocupación en las organizaciones campesinas porque en el país no se están apuntalando los programas de apoyo al campo para cubrir el déficit en el consumo humano, industrial y pecuario, pero sobre todo por el incremento de las exportaciones del grano.

Esta preocupación se ha venido manifestando en las movilizaciones, que seguramente aumentarán en los próximos meses, porque la siembra de granos básicos –en distritos de riego tendrá lugar entre marzo y junio, y en las zonas de temporal será después– empezará a agotarse entre los productores, lo que generará una demanda de maíz que tendrá que ser atendida con exportaciones, aseguró Gildardo Espinoza Sánchez, especialista del Colegio de Posgraduados.

Esto seguramente aumentará el precio de maíz, lo que se sumará al problema serio del incremento anunciado por los industriales de la tortilla, de 8.50 a 12 o más, proceso que en algunas parte del país ya se registra, observó.

Estadísticas de 2010 de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación detallan que en el ciclo primavera-verano se concentra 85 por ciento de las siembras de maíz y se produce 73 por ciento del total. En las áreas de temporal se concentra 81 por ciento de la superficie sembrada de maíz y sólo se produce 57 por ciento del total.

Además, 92 por ciento de la producción es de maíz blanco, lo que permite cubrir las necesidades del mercado nacional, destaca el reporte en el que se abunda que en México se tienen 2.3 millones de unidades de producción agrícola dedicadas a esa variedad de grano, de las cuales 94 por ciento se siembran en el ciclo primavera-verano y el restante en el de otoño-invierno.

En materia de importaciones de maíz, refieren las cifras, de 2006 a 2009 éstas se redujeron 3.4 millones de toneladas, al pasar de 10.7 millones a 7.3 millones.

Espinoza Sánchez advirtió que las más de 24 millones de toneladas que se obtendrán en el año agrícola 2010 resultan insuficientes, al grado que el déficit se cubre con una importación que oscila entre 5 y 10 millones de toneladas. Parte de estas importaciones vienen un poco disfrazadas, porque el gobierno no ha aceptado que tenemos un déficit, el cual se cubre en una parte vía importación.

Lo preocupante de este desabasto, sostuvo, es que el déficit se cubra con maíces transgénicos, que son importados fundamentalmente por los monopolios y los industriales, pero sobre todo porque generarán alza de precios.