Los socialistas exigen la renuncia del premier Sali Berisha
Sábado 22 de enero de 2011, p. 20
Tirana, 21 de enero. Tres personas murieron al ser alcanzadas por balas este viernes en esta ciudad capital albanesa durante una manifestación de la oposición que degeneró en violentos enfrentamientos con las fuerzas de seguridad en un país inmerso en una crisis política desde hace año y medio.
Fuentes hospitalarias dijeron que además se atendió a 55 heridos de los cuales 25 eran miembros de la policía y 30 civiles. El jefe de urgencias del hospital militar aquí, Sami Koceku, afirmó que las tres víctimas mortales llegaron al hospital sin vida.
Por la noche, representantes de la Unión Europea hicieron un llamamiento a la calma y lamentaron la pérdida de vidas humanas, pero insistieron en el derecho de los ciudadanos a manifestarse. El secretario general del Consejo de Europa, Thorbjorn Jagland, dijo estar muy preocupado por esta explosión de violencia
.
Varios miles de manifestantes se congregaron a primeras horas de la tarde frente a la sede del gobierno en un clima de gran tensión y pronto estallaron choques entre opositores y efectivos de las fuerzas de seguridad desplegados alrededor del edificio.
Los manifestantes arrojaron piedras y los policías respondieron con gases lacrimógenos y cañones de agua a presión.
Las tres víctimas fallecieron por armas ligeras, por pistolas, y la policía no posee tales armas
, aseguró el primer ministro albanés, Sali Berisha. Toda la responsabilidad de estos incidentes y de estas víctimas recae directamente en los organizadores de esta manifestación
, añadió.
El jefe de la oposición socialista, Edi Rama, acusó por su parte a la policía albanesa de haber disparado contra los manifestantes, matando a tres inocentes
.
Es la primera vez que una manifestación de la oposición de izquierda acaba en incidentes tan graves, con víctimas mortales, desde el comienzo de la crisis política que atraviesa Albania.
Los opositores, encabezados por Rama, nunca reconocieron los resultados de las elecciones de junio de 2009 y acusan al poder de fraude, por lo que se niegan a desempeñar un papel activo en el Parlamento y reclaman nuevo escrutinio de los votos, una reivindicación que desoye el gobierno.
La oposición había convocado la manifestación contra el gobierno de Sali Berisha para reclamar su dimisión y pedir elecciones legislativas anticipadas, después del anuncio la semana pasada de la renuncia del viceprimer ministro Ilir Meta, implicado en un caso de corrupción.