Cuidarnos para no enfermarnos, dicen los zapatistas en Chiapas, es algo básico, pues en condiciones de marginación y pobreza cualquier padecimiento puede significar la muerte.

Con tal premisa se escribieron los doce textos que conforman el libro Salud y comunidad en la otra Latinoamérica editado en El Salvador por el Equipo Multidisciplinario Salud y Comunidad.

Se trata de relatos, historias y experiencias de diversos movimientos sociales que conmueven a América Latina y que son fundamentales para entender el momento histórico actual con gobiernos de izquierda y fuerzas sociales antisistémicas en pleno desarrollo, señala el periodista Ricardo Martínez, coordinador del proyecto.

Entre los autores de los testimonios figuran promotores de salud comunitaria, escritores, sociólogos, periodistas y activistas sociales que hablan de casos en Perú, Argentina, Venezuela, Bolivia, México, El Salvador y Brasil, quienes lo mismo abordan la forma de enfrentar enfermedades incurables como de la socialización de los métodos de la llamada otra salud.

“La salud preventiva y la prevención social van de la mano, pero falta darla a conocer. Hay que organizarse, vivir en comunidad. En el libro presentamos un crisol de fuerzas sociales que se centran en varios temas para resolver problemas de salud desde una visión no mercantil ni propuestas dentro del canon institucional.

Es cierto que hay que obligar a los estados a garantizar los servicios de salud, pero también hay que hacer el esfuerzo por construir alternativas al aparato institucional, adelantarse con un proyecto de prevención, añade Martínez en entrevista con La Jornada.

La primera edición de Salud y comunidad... se dio a conocer en 2008, al cumplirse 15 años de insurrección zapatista. Ahora se reimprime para seguir difundiendo los proyectos que algunos movimientos sociales vienen desarrollando como condición de vida y propuesta hacia el resto del continente, así como preámbulo de otro mundo en construcción y opuesto al existente.

Unidad en la diversidad

En el caso de México, el libro presenta una experiencia insólita que adquirió mayor profundidad a partir de 2003 con la constitución de los caracoles zapatistas en Chiapas: La Otra Salud, “que se sintetiza en la prevención de enfermedades en comunidad, de hombres y mujeres que actúan con vocación de humildad, solidaridad y buen vivir para todos.

Es un ejemplo de que la organización social garantiza la resolución de problemas de toda índole, nos muestra que sin ésta no hay comunidad, y sin comunidad no hay vida posible ahora que impera la devoción por el mercado capitalista y el crimen como parte estructural de ello.

Martínez, quien es corresponsal de la cadena Telesur en El Salvador, considera que 2011 será un año crucial para los movimientos sociales en el país, sobre todo “para aquellos que mantienen reivindicaciones sociales que buscan la modificación del Estado, por uno más democrático e incluyente.

“Evitemos que se mantenga en el poder la ultraderecha que nos ha gobernado dos sexenios con su conservadurismo, su derechización de las conciencias y el monopolio de la violencia, pero también evitar la restauración de más de 70 años de la cultura priísta. Debe haber unidad en la diversidad de búsquedas de los movimientos sociales para evitar esos panoramas sombríos. Todos estamos viendo cómo darle la vuelta a la página a la historia de México para algo mejor.

El tema es ver cómo cada uno de los parámetros puede permitir las coincidencias. En un sentido general, unidad en la diversidad para evitar la catástrofe, concluyó el también asesor de la Unidad de Posgrado de la Universidad de El Salvador.

Salud y comunidad en la otra Latinoamerica (Ediciones Equipo Multidisciplinario Salud y Comunidad), en el que escriben Eladio (del caracol IV de Chiapas), Carlos Aguirre Rojas, Lleni Pach, Víctor García Astelarra, Raúl Zibechi, Yeny Romero, Wladimir Ruiz Tirado, Ingrid Fadnes e integrantes del colectivo Cuba contra el Sida, se puede adquirir en la librería de La Jornada (avenida Cuauhtémoc 1236, planta baja, entre Municipio Libre y Miguel Laurent, colonia Santa Cruz Atoyac, delegación Benito Juárez).