advirtiósobre la intención de Brasil de acercarse a CA
El primer aviso fue enviado al Departamento de Estado en marzo de 2004
Busca apoyo para un sitio permanente en el Consejo de Seguridad, dice reporte
Viernes 21 de enero de 2011, p. 27
Brasil desarrolló la década pasada un esfuerzo de política exterior tendiente a expandir sus vínculos con América Central
, una región que había estado fuera de su tradicional esfera de influencia
, por la presencia
de Estados Unidos y la proximidad
de México.
Diplomáticos estadunidenses advirtieron al Departamento de Estado sobre la intención
de Brasilia –según memorandos filtrados en el sitio Wikileaks– y señalaron que el gobierno del entonces presidente Luiz Inacio Lula da Silva puso bajo el interés político de Brasilia a Honduras, El Salvador y Guatemala, mientras que Costa Rica fue considerado un aliado natural
en foros internacionales y Panamá un futuro socio económico.
La primera advertencia de la embajada en Brasilia fue enviada el 25 de marzo de 2004 al Departamento de Estado por la titular de la legación en aquel año, Donna Hrinak, pero cinco años después, el tema volvió a la comunicación diplomática estadunidense con motivo del golpe de Estado contra el presidente Manuel Zelaya, el 28 de junio de 2009.
Los nexos directos de Brasil con los seis países hispanoparlantes del istmo fueron construidos inicialmente por el presidente Fernando Henrique Cardoso.
Brasil trató de armar una alianza con El Salvador, Guatemala y Costa Rica de cara a una reunión de la Organización Mundial de Comercio, pero el peso
de Estados Unidos pronto desunió
a los centroamericanos, según Julio Espirito Santo, funcionario de la cancillería brasileña, citado en el reporte de Hrinak. Pese al tropiezo, Lula consiguió entrevistarse con sus pares centroamericanos, en San Salvador, ocho años después de la cita de Cardoso en la capital costarricense.
Brasil tuvo representantes en los procesos de desmantelamiento de los conflictos político-militares de Centroamérica, creados a instancias de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
El siguiente paso para Brasil en el plano multilateral es tratar de sumar a los centroamericanos a su causa en la ONU, con miras a la obtención de un lugar como miembro permanente en el Consejo de Seguridad, según las fuentes consultadas por los diplomáticos estadunidenses.
En el ámbito político, el gobernante Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil no había desarrollado relaciones cercanas
con los partidos de izquierda en 2004, pero cinco años después, a partir del triunfo del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, se ampliaron los vínculos con el PT, a inciativa del presidente Mauricio Funes, casado con una brasileña que milita en el partido de Lula, y de la actual presidenta Dilma Rousseff.
Los esfuerzos de Brasil en Centroamérica dividieron opiniones entre analistas de Sao Paulo después de que Zelaya se refugió el 23 de septiembre de 2009 en la embajada brasileña en Tegucigalpa, según un cable diplomático estadunidense del 27 de octubre de 2009.
Más aún, según la encargada de negocios de la embajada estadunidense en 2009, Lisa Kubiske, el gobierno brasileño se vio obligado por la situación en su legación en Honduras a solicitar ayuda
de Washington para tratar de destrabar el conflicto en el que Zelaya metió a los diplomáticos brasileños.