El fin, apoyar a capitalinos en condiciones de pobreza y alta marginación: Rosa Márquez
Productores ofrecerán en 800 puntos de la ciudad alimentos con un precio 20% menor
Miércoles 19 de enero de 2011, p. 39
Para mitigar el efecto negativo que tiene el alza de los precios de los productos de la canasta básica en el bolsillo de miles de capitalinos en condiciones de pobreza y alta marginación, el Gobierno del Distrito Federal (GDF) señaló que se ampliará el programa emergente de abasto popular con la venta directa de granos como frijol, arroz y lentejas, con un costo 20 por ciento inferior respecto del que rige en tianguis y mercados.
Además se incorporarán productos no perecederos como aceite y azúcar, y paquetes de hortalizas que se ofrecerán en 800 puntos ubicados en zonas de alta y muy alta marginación, cifra 166 por ciento mayor a los 300 instalados el año pasado. También se impulsará la agricultura sustentable para autoconsumo y venta de excedentes, señaló.
La organización de los productores rurales para dar mayor valor agregado a sus productos, la creación de una ciudad agroalimentaria en el sur de la ciudad y la construción de un centro de acopio en Tláhuac son otras de las acciones que se concretarán este año para enfrentar esta escalada alcista, que no afecta a todos pero sí en mayor medida a la gente de menos recursos
, afirmó Rosa Márquez Cabrera, titular de la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades del Distrito Federal.
Entrevistada al término del décimo aniversario del Instituto de Asistencia e Integración Social (Iasis), explicó que la Asamblea Legislativa del Distrito Federal etiquetó recursos por 3 millones de pesos para el programa de abasto emergente, mismos que se sumarán a los 2 millones autorizados este año. Precisó que para el programa de agricultura sustentable a pequeña escala se contará con 3 millones de pesos.
Se trata, dijo, de que la gente cuente con huertos familiares y accedan a alimentos frescos y sanos para el autoconsumo e incluso para la venta de los excedentes, como una forma de evitar aún más el deterioro de su calidad de vida, al carecer de los recursos económicos para solventar sus necesidades más apremiantes
.
Mencionó que el compromiso adquirido con los productores es que ofrezcan su mercancía con un precio 20 por ciento inferior a como se vende en los tianguis, mercados sobre ruedas o públicos, aunque de ser posible dicho porcentaje aumentará. Aquí se trata de apoyar a la gente que produce los alimentos y comercializa, al acabar con el intermediarismo que eleva sus precios y evitar que continúe la venta de tierras por falta de rentabilidad; así como a las familias que habitan en zonas de alta marginación
.